TF 273 - setiembre 2024 Conversar con Dios es tarea fácil y agradable Hemos dicho que es grande error manifestar desconfianza en nuestras relaciones con Dios y comparecer siempre ante su divino acatamiento como aparece en la presencia de su señor el esclavo tímido y vergonzoso, temblando de miedo. Pero todavía el error es mucho mayor si creemos que el conversar con Dios causa tedio y amargura... | |
TF 272 - agosto 2024 Dios quiere que le hablemos familiarmente No salía de su asombro el santo Job al considerar con qué amorosa solicitud mira Dios por el bien del hombre. Parece que ha cifrado todo su deseo en amarle y en ser de él amado; por esto, hablando con Dios, exclamaba: ¿Qué es el hombre para que tú hagas de él tanto caso, o para que se ocupe de él tu corazón? (Job 7, 17)... | |
TF 269 - mayo 2024 Pinceladas Mayo es el mes de las flores, de la explosión de la primavera en el hemisferio norte, cuando los pájaros retoman sus trinos llenos de alegría. Los campos rebosan colorido. Todo es luz y emoción. Es el mes de las madres, el mes de María: “de nuevo aquí nos tienes, purísima doncella, más que la luna, bella, postrados a tus pies”... | |
TF 260 - agosto 2023 La Primera Comunión de Lucía María Rosa, madre de la hermana Lucía, era la catequista de la aldea. Los niños acostumbraban reunirse en su casa para aprender la lección... | |
TF 259 - julio 2023 Un sueño de san Juan Bosco Contemplé un gran altar dedicado a María y magníficamente adornado. Vi a todos los alumnos del Oratorio avanzando procesionalmente hacia él... | |
TF 257 - mayo 2023 ¿Por qué castiga Dios juntamente a los buenos y a los malos? ¿Qué han padecido los cristianos en aquella común calamidad (habla aquí el santo de los males sufridos en el saqueo de Roma), que, considerado con imparcialidad, no les haya valido para mayor aprovechamiento suyo?... | |
TF 255 - marzo 2023 Jesucristo quiso nacer de estirpe real Cuando Dios Padre decidió dar su Hijo al mundo quiso hacerlo con honra, pues Él es digno de todo honor y alabanza... | |
TF 254 - febrero 2023 El hombre mediocre Al mediocre le agradan los escritores que no dicen ni sí ni no, sobre ningún tema, que nada afirman y que tratan con respeto todas las opiniones contradictorias... | |
TF 252 - diciembre 2022 La adoración de los ángeles, de los pastores y reyes Jesucristo es el Verbo o el Logos de que habla Platón, el Doctor universal de Sócrates, el Santo de Confucio, el Monarca universal de las Sibilas, el Dominador esperado en todo el Oriente, el Mesías, el Cristo del pueblo de Israel... | |
TF 250 - octubre 2022 Señor de los Milagros Por los años de 1651 descubrió la piedad una sagrada efigie de un crucifijo en una pared antigua... | |
TF 250 - octubre 2022 El horror al pecado es un gran estímulo para el bien Lejos estuvo de María todo pecado, y ni una sola mancha la afeó, porque Dios la libró aún de la original... | |
TF 246 - junio 2022 La indiferencia religiosa Entendemos por indiferentes a los que no se ocupan de religión alguna... | |
TF 243 - marzo 2022 El Paraíso Terrenal El Señor, dice el Génesis, había plantado desde el principio un jardín de delicias, y en él había colocado al hombre que había formado (2, 8)... | |
TF 242 - febrero 2022 De las penas del Infierno ¿Qué es, pues, el infierno? El lugar de tormentos (Lc 16, 28), como le llamó el rico Epulón, lugar de tormentos, donde todos los sentidos y potencias del condenado han de tener su propio castigo... | |
TF 241 - enero 2022 El Dogma del Purgatorio El dogma del purgatorio es tenido en el olvido con demasiada frecuencia por parte de la mayoría de los fieles... | |
TF 239 - noviembre 2021 El Paraíso Celestial Luego que el alma haya entrado en el gozo del Señor, se verá libre de toda aflicción... | |
TF 238 - octubre 2021 Del Juicio Particular - II ¡Oh, con cuánto regocijo espera la muerte el que está en gracia de Dios para ver pronto a Jesús y oírle decir: “Muy bien, siervo bueno y leal; porque fuiste fiel en lo poco, te pondré sobre lo mucho” (Mt 25, 21)... | |
TF 237 - setiembre 2021 Del Juicio Particular - I Dicen comúnmente los teólogos que el juicio particular se verifica en el mismo instante en que el hombre expira, y que en el propio lugar donde el alma se separa del cuerpo es juzgada por nuestro Señor Jesucristo, el cual no delegará su poder, sino que por Sí mismo vendrá a juzgar esta causa... | |
TF 234 - junio 2021 Meditación sobre la muerte: necesaria y saludable Considera que tierra eres y en tierra te has de convertir. Día llegará en que será necesario ir y pudrirse en una fosa, donde estarás cubierto de gusanos. A todos, nobles o plebeyos, príncipes o vasallos, ha de tocar la misma suerte... | |
TF 232 - abril 2021 El Sacramento del Matrimonio - III El amor sobrenatural no pregunta “¿qué recibiré yo de la otra parte?”; sino “¿qué soy yo para la otra parte?”. No busca lo que es suyo. Su objetivo es hacer felices a los demás y no hacerse feliz a expensas de los demás... | |
TF 230 - febrero 2021 El Sacramento del Matrimonio - II El Espíritu Santo es el espíritu de consejo y del entendimiento, que aclara la inteligencia de los jóvenes oscurecida por la sensualidad... | |
TF 229 - enero 2021 El Sacramento del Matrimonio - I Aterradoras son las estadísticas sobre el matrimonio en las últimas décadas. ¡Cuántos entrelazan sus manos sin la bendición de la Iglesia! ¡Qué grande y aterrador es el número de divorcios! ¿Quién puede medir la multitud de uniones infelices y pecaminosas?... | |
TF 145 - enero 2014 La cruz y la gloria Felices los que sufren persecuciones por amor a la justicia. Esta bienaventuranza, la última en su categoría es la primera en la estima, y la considero como la suprema felicidad de la vida presente... | |
TF 141 - setiembre 2013 Las cruces del buen y del mal ladrón Salomón dice que todo lo que ocurre en este mundo es vanidad y aflicción de espíritu. Nadie puede evitar la cruz y los sufrimientos... | |
TF 136 - abril 2013 Al vencer la pruebas se adquiere la paz Transcribimos en la edición de enero pasado algunas consideraciones de San Francisco de Sales para conservar la paz en medio de las dificultades. En esta edición presentamos algunos trechos de lo que este insigne santo aconseja meditar, en las horas en que seamos acometidos por pruebas y... | |
TF 133 - enero 2013 Conservar la paz en las dificultades Después de transcribir algunas consideraciones de San Francisco de Sales sobre el temor de Dios relacionado con la esperanza, continuamos con algunos pensamientos consoladores para los momentos de prueba. Si cometemos alguna imperfección o pecado, nos espantamos, confundimos e impacientamos... | |
TF 132 - diciembre 2012 Temor de Dios y misericordia En el artículo anterior de esta sección, transcribimos trechos de San Francisco de Sales sobre la virtud de la confianza; en la presente, ofrecemos pensamientos del mismo santo sobre el temor de Dios asociado con la esperanza... | |
TF 131 - noviembre 2012 Quien en Dios confía, no será confundido Después de tratar sobre la importancia de conformarse con la voluntad de Dios, San Francisco de Sales, en el libro «Pensamientos Consoladores», reflexiona sobre la excelencia de la virtud de la confianza. Que se arme contra mí el cielo, que se amotinen la tierra y los elementos; que me declaren... | |
TF 130 - octubre 2012 Que no se haga mi voluntad, sino la de Dios En la edición anterior se trató del amor eterno de Dios por sus hijos. En este número, presentamos algunas consideraciones de San Francisco de Sales sobre la conformidad con la voluntad de Dios, extraídas de la obra Pensamientos Consoladores. Los teólogos distinguen en Dios dos voluntades:... | |
TF 129 - setiembre 2012 Del amor eterno de Dios hacia nosotros A partir de esta edición publicaremos una serie de trechos seleccionados, extraídos del libro «Pensamientos Consoladores de San Francisco de Sales» —Doctor de la Iglesia y Patrono de los periodistas católicos; uno de los autores ideales para elevar las almas a la perfección espiritual— recopilados... | |
TF 128 - agosto 2012 Las “nietas de Dios” - III Ninguno de nosotros duda de la promesa hecha por Nuestro Señor Jesucristo, de que permanecería con la Iglesia hasta la consumación de los siglos y que las puertas del infierno no prevalecerían contra Ella. En efecto, la asistencia del Espíritu Santo se difunde en todos... | |
TF 127 - julio 2012 Consideraciones sobre el Padrenuestro – VIII Ésta es la sétima y última petición que Santa Teresa de Jesús recomienda para meditar los días domingos: Líbranos de mal. Amén. En la sétima petición, no le pedimos que nos libre de este o de aquel mal, sino de todo lo que es propia y verdaderamente mal, puesto para privarnos de los bienes... | |
TF 126 - junio 2012 Consideraciones sobre el Padrenuestro – VII La sexta petición que Santa Teresa de Jesús recomienda para meditar los días sábados: No nos dejes caer en la tentación. Como nuestros enemigos son tan importunos que siempre nos ponen en aprieto, y como nuestra debilidad es tan grande que somos fáciles de caer si el Todopoderoso no nos... | |
TF 124 - abril 2012 Consideraciones sobre el Padrenuestro – VI La quinta petición que Santa Teresa de Jesús recomienda para los días viernes: Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Nuestro Redentor nos libró del poder de Satanás, a quien estábamos sujetos y nos preparó el reino de hijos de Dios, y en Él tenemos... | |
TF 123 - marzo 2012 Consideraciones sobre el Padrenuestro – V La cuarta petición que Santa Teresa de Jesús recomienda para los días jueves: El pan nuestro de cada día dánosle hoy... | |
TF 121 - enero 2012 Consideraciones sobre el Padrenuestro – IV La tercera petición del Padrenuestro que Santa Teresa de Jesús recomienda para los días miércoles —hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo— deseando que en todo se cumpla la voluntad de Dios; y aun pedimos más, que se cumpla en la tierra como en el cielo, con amor y caridad... | |
TF 119 - noviembre 2011 Consideraciones sobre el Padrenuestro – III Continuando con las reflexiones de Santa Teresa de Jesús sobre el Padrenuestro, veremos a continuación la segunda petición —Rey nuestro, venga a nosotros tu reino— que la santa de Ávila recomienda meditar para los días martes... | |
TF 117 - setiembre 2011 Consideraciones sobre el Padrenuestro – II Y el hombre considere en especial esta bondad y diga: “¡Qué bueno es este Padre para mí! que quiso crearme y gozase de la dignidad de ser hijo suyo, dejando de crear a otros hombres que fueran mejores que yo”, considerando así cuánto merece ser amado y servido este Padre, que solo por su bondad creó para mí todas las cosas y a mí para que lo sirviese y gozase de Él... | |
TF 116 - agosto 2011 Consideraciones sobre el Padrenuestro – I La importancia del Padrenuestro es indiscutible, se trata de la oración por excelencia, que el mismo Jesucristo Nuestro Señor nos enseñó, por ello debemos tenerla constantemente en nuestros labios y en nuestros corazones... | |
TF 111 - marzo 2011 La Encarnación del Verbo de Dios Llegó, pues, el dichoso día en que despreciando el Altísimo los largos siglos de tan pesada ignorancia, determinó manifestarse a los hombres, y dar principio a la redención del linaje humano, tomando su naturaleza en las entrañas de María Santísima... | |
TF 107 - noviembre 2010 Una, santa, católica y apostólica Cerramos con broche de oro la publicación de trechos selectos del magistral libro del padre Hillaire donde el autor concluye que solamente hay una Iglesia verdadera... | |
TF 105 - setiembre 2010 ¿Por qué somos católicos? Somos y permaneceremos siendo católicos, porque el catolicismo se impone a nuestra razón por el encadenamiento de cinco verdades irrefutables... | |
TF 103 - julio 2010 La perfección de la religión cristiana Comparado con las otras religiones y con todos los sistemas filosóficos, sea en cuanto a la doctrina, sea en cuanto a la influencia ejercida en la humanidad, el cristianismo no tiene igual... | |
TF 102 - junio 2010 Jesucristo es el Hijo de Dios hecho hombre La religión cristiana es la religión fundada por Jesucristo. Los cristianos reconocen a Jesús de Nazaret, hijo de la Virgen María, como al Mesías esperado por todos los pueblos, y le adoran como a Hijo de Dios hecho hombre... | |
TF 101 - mayo 2010 Es natural que haya misterios en la religión Si es razonable que un ignorante acepte, fundado en la palabra de los sabios, las verdades científicas a las que su inteligencia no alcanza: ¿no es mucho más razonable creer en los misterios por la palabra de Dios, que jamás puede ni engañarse ni engañarnos?... | |
TF 100 - abril 2010 No hay más que una sola religión verdadera No puede existir más que una sola religión verdadera, pues la religión es el conjunto de nuestros deberes para con Dios, y estos deberes son los mismos para todos los hombres... | |
TF 98 - febrero 2010 La religión es buena y necesaria para todos El hombre debe a su Creador el homenaje de sus diferentes facultades. Debe emplear su inteligencia en conocerle, su voluntad, en conservar sus leyes, su corazón y su cuerpo en honrarle con un culto conveniente. Tal es la razón íntima de toda religión... | |
TF 96 - diciembre 2009 Sin religión el hombre no puede ser feliz El hombre no es feliz en este mundo sino cuando sus facultades están plenamente satisfechas; es así que sólo la religión puede dar tranquilidad al espíritu, paz al corazón, rectitud y fuerza a la voluntad. Luego sin religión el hombre no puede ser feliz en este mundo... | |
TF 94 - octubre 2009 El hombre necesita de una religión La religión es el lazo que une al hombre con Dios. Este lazo se compone de deberes que el hombre debe llenar para con el Ser Supremo, su Creador, su Bienhechor y su Señor... | |
TF 93 - setiembre 2009 ¿Cuál es el destino del hombre? El hombre ha sido creado para conocer, amar y servir a Dios sobre la tierra, y gozarle después en la eternidad. Se llama destino de un ser, el fin que debe procurar obtener y para el cual Dios le ha dado la existencia... | |
TF 92 - agosto 2009 ¿Por qué estudiar la Religión? (V) La vida presente, en efecto, es el tiempo de la prueba; y la vida futura es la meta, el término adonde debe llegar el hombre inteligente y libre... | |
TF 91 - julio 2009 ¿Por qué estudiar la Religión? (IV) El hombre es una criatura racional compuesta de cuerpo y alma. Es una criatura racional, inteligente, capaz de discernir el bien del mal, lo verdadero de lo falso, lo justo de lo injusto. Es la razón la que distingue eminentemente al hombre, del animal y de todas las otras criaturas del mundo visible... | |
TF 89 - mayo 2009 ¿Por qué estudiar la Religión? (III) La casualidad es una palabra que el hombre ha inventado para ocultar su ignorancia y para explicar los hechos cuyas causas desconoce. No se da efecto sin causa, ni orden sin una inteligencia ordenadora... | |
TF 88 - abril 2009 ¿Por qué estudiar la Religión? (II) Nadie puede ignorar la existencia de Dios, es decir, de un Ser eterno, necesario e infinitamente perfecto, Creador de cielos y tierra, absoluto Señor de todas las cosas, a las que Él gobierna con su Providencia... | |
TF 87 - marzo 2009 ¿Por qué estudiar la Religión? (I) El estudio de la Religión es un deber de todo hombre, pues supera en dignidad y en importancia a todo otro estudio de orden puramente terreno... | |
TF 83 - noviembre 2008 Incesante rivalidad entre la cruz y el mundo Queridos hermanos, ahí tenéis los dos bandos con los que a diario nos encontramos: el de Jesucristo y el del mundo. A la derecha, el de nuestro amable Salvador... | |
TF 79 - julio 2008 Breve historia del Avemaría Esta es la oración mariana por excelencia. Para llegar a su formulación actual, fue necesario recorrer un camino de muchos siglos. ¿Cuándo se comenzó a saludar así a la Santísima Virgen?... | |
TF 78 - junio 2008 Consideraciones sobre la oración (V) Mediante la Salutación Angélica, tenemos el consuelo de asociar nuestra plegaria vocal a María, Nuestra Señora, Soberana y Madre, de cuyas manos recibimos todas las gracias, y bajo cuya protección queremos vivir y morir... | |
TF 77 - mayo 2008 Consideraciones sobre la oración (IV) El Padrenuestro u Oración Dominical goza del particular privilegio de ser compuesta por palabras salidas de los labios del Divino Salvador. Recitándolas, podemos decir con toda realidad: vivimos y oramos mediante el Hijo de Dios... | |
TF 76 - abril 2008 Consideraciones sobre la oración (III) Del mismo modo como aprendemos a andar, a leer y a escribir —andando, leyendo y escribiendo—, así también aprendemos a orar bien, ejercitándonos en la práctica de la oración. Si ésta nos parece penosa e insípida, es porque no acudimos a ella con asiduidad... | |
TF 75 - marzo 2008 Consideraciones sobre la oración (II) Es preciso que tengamos una conciencia nítida de lo que constituye el objeto de nuestra oración; es decir, es menester la intención, la atención y el recogimiento. El punto importante es que no queramos distraernos o no nos entreguemos conscientemente a las divagaciones... | |
TF 73 - enero 2008 Consideraciones sobre la oración (I) La oración es para el hombre el origen de todo bien. De ahí se infiere que saber orar, dar a la oración el debido aprecio, entregarnos a su práctica con celo y fervor es, para el tiempo como para la eternidad, un tesoro de inestimable valor... | |
TF 71 - noviembre 2007 De la Devoción a la Virgen María (V) No en vano llaman madre a la Santísima Virgen María, ni parece que aciertan a llamarla de otra manera, sin cansarse nunca de darle tan dulce nombre. Madre, sí, no carnal, sino espiritual, para conseguirnos, con amor de madre, la eterna salvación... | |
TF 69 - setiembre 2007 De la Devoción a la Virgen María (IV) Además de San Luis María Grignion de Montfort, otro gran doctor de la devoción mariana fue San Alfonso María de Ligorio (1696-1787). A continuación trascribimos algunos trechos de su monumental obra «Las Glorias de María»... | |
TF 68 - agosto 2007 De la Devoción a la Virgen María (III) Seguimos presentando algunas consideraciones de San Luis María Grignion de Montfort a respecto de la suprema importancia de la devoción mariana, especialmente para aquellos llamados a una perfección particular... | |
TF 67 - julio 2007 De la Devoción a la Virgen María (II) Continuando con la explanación tomada de la obra de San Luis María de Montfort, se sustenta la necesidad de tener devoción a Nuestra Señora. Sólo así llegaremos a tener un verdadero amor a nuestro fin último: Jesucristo... | |
TF 64 - abril 2007 De la Devoción a la Virgen María (I) Todos los verdaderos hijos de Dios y predestinados tienen a Dios por Padre y a María por Madre. Por esto los réprobos como los herejes, cismáticos, etc., que odian o miran con desprecio a la Santísima Virgen no tienen a Dios por Padre aunque se jacten de ello, porque no tienen a María por Madre... | |
TF 63 - marzo 2007 De los devotos ejercicios (II) que se aconsejan al cristiano para todos los días Al toque de las Avemarías el buen cristiano reza el Angelus Domini, con tres Avemarías. A la noche, antes de acostarme, puesto en la presencia de Dios, rezaré las mismas oraciones que a la mañana... | |
TF 62 - febrero 2007 De los devotos ejercicios (I) que se aconsejan al cristiano para todos los días Mientras nos levantamos y vestimos hemos de pensar que Dios está presente, que aquel día puede ser el último de nuestra vida, y levantarnos y vestirnos con toda la modestia posible... | |
TF 61 - enero 2007 De los Novísimos y de otros medios principales para evitar el pecado La muerte es la cosa postrera que sucede al hombre en este mundo; el Juicio de Dios es el último de los juicios que hemos de sufrir; el Infierno es el mal extremo que tendrán los malos, y la Gloria, el sumo bien que poseerán los buenos... | |
TF 60 - diciembre 2006 De los Vicios Capitales y de otros pecados más graves El vicio es una mala disposición del ánimo a huir del bien y hacer el mal, causada por la frecuente repetición de los actos malos. Entre pecado y vicio hay esta diferencia: que el pecado es un acto que pasa, mientras el vicio es una mala costumbre de caer en algún pecado... | |
TF 59 - noviembre 2006 De los Pecados y de sus principales especies El pecado mortal es la mayor ofensa que el hombre puede hacer a la infinita majestad de Dios, quien sin merecimiento alguno suyo le ha creado de la nada, le libra de innumerables males, le colma de inmensos beneficios y le ama con infinito amor... | |
TF 57 - setiembre 2006 De las Obras de Misericordia No siempre estamos obligados a cumplirlas por un precepto positivo y de estricta justicia que así lo ordene; sin embargo, el sentido común nos advierte, si se trata de una necesidad extrema, que por precepto natural sea obligatorio socorrer al prójimo... | |
TF 56 - agosto 2006 De las Bienaventuranzas Evangélicas El mundo llama bienaventurados a los que abundan en riquezas y honores, que viven regocijadamente y no tienen ocasión alguna de padecer... | |
TF 55 - julio 2006 De los dones del Espíritu Santo Los dones del Espíritu Santo son singulares y extraordinarias gracias con que Dios enriquece a las almas que le sirven con perfección, disponiéndolas para seguir con docilidad las divinas inspiraciones y practicar las virtudes... | |
TF 54 - junio 2006 Las Virtudes Cardinales Prudencia es la virtud que ordena todas las acciones al debido fin. Justicia es la virtud por la que damos a cada uno lo suyo. Fortaleza es la virtud que nos hace animosos para no temer ningún peligro por el servicio de Dios. Templanza es la virtud por la que refrenamos los deseos desordenados de los placeres sensibles... | |
TF 53 - mayo 2006 La Esperanza y la Caridad La Esperanza es una virtud con la cual deseamos y esperamos la vida eterna que Dios ha prometido. La Caridad es una virtud sobrenatural con la que amamos a Dios por Sí mismo sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos... | |
TF 52 - abril 2006 La Sagrada Escritura y la Tradición Tradición es la palabra de Dios no escrita, sino comunicada de viva voz por Jesucristo y por los Apóstoles, transmitida sin alteración de siglo en siglo por medio de la Iglesia hasta nosotros... | |
TF 51 - marzo 2006 Las Virtudes Principales Virtud es una cualidad del alma que da inclinación, facilidad y prontitud para conocer y obrar el bien. Las principales virtudes sobrenaturales son siete: tres teologales y cuatro cardinales... | |
TF 50 - febrero 2006 Décimo Mandamiento No codiciarás los bienes ajenos El décimo mandamiento nos prohíbe el deseo de quitar a otros sus bienes y el de adquirirlos por medios injustos. Dios prohíbe los deseos desordenados de los bienes ajenos porque quiere que aun interiormente seamos justos y que nos mantengamos siempre muy lejos de las acciones injustas... | |
TF 49 - enero 2006 Octavo Mandamiento No dirás falso testimonio ni mentirás La hipocresía es también una especie de mentira que consiste en tomar sólo las apariencias de la virtud para atraerse la estimación de los hombres... | |
TF 48 - diciembre 2005 Sétimo Mandamiento No robarás Robar quiere decir tomar injustamente el bien ajeno contra la voluntad de su dueño, es decir, cuando éste tiene toda la razón y el derecho de no querer ser privado de ella. Se prohíbe el robar porque se peca contra la justicia y se hace injuria al prójimo... | |
TF 47 - noviembre 2005 Sexto y Noveno Mandamientos No cometerás actos impuros; y, no consentirás pensamientos ni deseos impuros Estos mandamientos prohíben el adulterio y todo lo que es contrario a la virtud de la castidad. Prohíbe: 1) todo acto exterior de impureza: discursos, miradas, tocamientos y otras acciones deshonestas; 2) las ocasiones que inducen a la impureza... | |
TF 46 - octubre 2005 Quinto Mandamiento No matarás El escándalo es contrario al quinto mandamiento, porque hiere y mata al prójimo en su alma. Es un homicidio espiritual. Se entiende por escándalo, todo lo que puede ser para el prójimo ocasión o motivo de caída espiritual... | |
TF 45 - setiembre 2005 Cuarto Mandamiento Honrarás a tu padre y a tu madre A juzgar sólo por la letra de este precepto, parece que no habla más que de los deberes hacia nuestros padres. Sin embargo tiene un sentido más lato: honrarás a tus padres y a todos tus superiores... | |
TF 44 - agosto 2005 Tercer Mandamiento Santificarás las fiestas El sábado fue establecido en el Antiguo Testamento en memoria del descanso de Dios después del sexto día de la creación, así como también por el beneficio que concedió a su pueblo librándole de la servidumbre de Egipto Los Apóstoles reemplazaron el sábado con el domingo, para perpetuar los grandes misterios de la resurrección de Jesucristo y venida del Espíritu Santo... | |
TF 43 - julio 2005 Segundo Mandamiento No tomarás el nombre de Dios en vano Este mandamiento nos ordena reverenciar el santo nombre del Señor, y hablar siempre de Dios y de las cosas santas con profundo respeto que se manifiesta pronunciando e invocando, ya sea el santo nombre de Dios, ya el de su único Hijo Nuestro Señor Jesucristo, con sentimientos de piedad y veneración... | |
TF 42 - junio 2005 Primer Mandamiento Amarás a Dios sobre todas las cosas En virtud del primer mandamiento debemos reconocer al verdadero Dios, al Dios vivo, personal, Creador y Señor del universo, verdadero Dios que toda la naturaleza proclama, que la luz de la razón lo mismo que la de la fe nos muestran con evidencia... | |
TF 41 - mayo 2005 Los Mandamientos de la Ley de Dios Los Diez Mandamientos El código de comportamiento para todo hombre, y por excelencia para todo cristiano, está contenido en los Diez Mandamientos de la Ley de Dios. Por eso, nunca está de más insistir en ellos, sobre todo en una época como la nuestra, en que las nociones más elementales de la religión y la moral católica parecen casi olvidadas... | |
TF 38 - febrero 2005 La salutación angélica Después del Padrenuestro solemos rezar la salutación angélica o el Avemaría, por la cual recurrimos a la Santísima Virgen. El Avemaría se llama salutación angélica porque comienza por las palabras con que el Arcángel San Gabriel saludó a la Virgen María... | |
TF 37 - enero 2005 La oración por excelencia (II) Danos hoy nuestro pan de cada día, pedimos a Dios lo que nos es necesario cada día para el alma y para el cuerpo. Para nuestra alma pedimos a Dios el mantenimiento de la vida espiritual, es decir, rogamos al Señor nos dé su gracia, de la que continuamente tenemos necesidad... | |
TF 35 - noviembre 2004 La oración por excelencia (I) El Padrenuestro es la oración vocal más excelente porque la compuso y enseñó el mismo Jesucristo; encierra con claridad y en pocas palabras cuanto podemos esperar de Dios y es la regla y modelo de todas las demás oraciones... | |
TF 34 - octubre 2004 ¿Cómo debemos rezar? La meditación consiste en una santa reflexión hecha en la presencia de Dios, de tal suerte que excite en los corazones piadosos sentimientos de adoración a la divina Majestad... | |
TF 33 - setiembre 2004 ¿Qué es la Oración? Aunque Dios sepa lo que necesitamos, quiere, no obstante, que se lo pidamos para reconocerle como dador de todo bien, atestiguarle nuestra humilde sumisión y merecer sus favores. La primera y mejor disposición para hacer eficaces nuestras oraciones es estar en gracia de Dios o desear, al menos, ponerse en tal estado... | |
TF 32 - agosto 2004 ¿Qué eres Dios mío? ¿Qué eres, pues, Dios mío? ¿Qué eres, vuelvo a preguntarte, sino el Señor Dios? Porque, ¿quién es Dios fuera del Señor, quién es Roca fuera de nuestro Dios?... | |
TF 31 - julio 2004 Duodécimo artículo del Credo Y la vida eterna El último artículo del Credo nos enseña que, después de la vida presente, hay otra, o eternamente bienaventurada para los escogidos en el cielo o eternamente infeliz para los condenados al infierno... | |
TF 30 - junio 2004 Décimo y undécimo artículos del Credo El perdón de los pecados, la resurrección de los muertos La Iglesia perdona los pecados por los méritos de Jesucristo, confiriendo los sacramentos instituidos por Él con este fin, principalmente el Bautismo y la Penitencia. La resurrección de los muertos sucederá por la virtud de Dios omnipotente, a quien nada es imposible. Ello acaecerá al fin del mundo, y entonces seguirá el juicio universal... | |
TF 29 - mayo 2004 Noveno artículo del Credo - V Creo en la Santa Iglesia Católica, en la Comunión de los Santos No pertenecen a la comunión de los santos en la otra vida los condenados, y en ésta, los que están fuera de la verdadera Iglesia. Están fuera de la verdadera Iglesia los infieles, los judíos, los herejes, los apóstatas, los cismáticos y los excomulgados... | |
TF 28 - abril 2004 Noveno artículo del Credo - IV Creo en la Santa Iglesia Católica, en la Comunión de los Santos Llamamos al Obispo Pastor legítimo porque la jurisdicción, esto es, el poder que tiene de gobernar a los fieles de la propia diócesis, se le ha conferido según las normas y leyes de la Iglesia... | |
TF 27 - marzo 2004 Noveno artículo del Credo - III Creo en la Santa Iglesia Católica, en la Comunión de los Santos La Iglesia docente y la Iglesia discente son dos partes distintas de una misma y única Iglesia, como en el cuerpo humano la cabeza es distinta de los otros miembros, y con todo forma con ellos un solo cuerpo. Componen la Iglesia docente todos los Obispos, con el Romano Pontífice a la cabeza, ya se hallen dispersos, ya congregados en Concilio. Componen la Iglesia discente o enseñada todos los fieles... | |
TF 26 - febrero 2004 Noveno artículo del Credo - II Creo en la Santa Iglesia Católica, en la Comunión de los Santos Entre tantas sociedades o sectas fundadas por los hombres, que se dicen cristianas, se puede fácilmente distinguir la verdadera Iglesia de Jesucristo por cuatro notas, porque sólo ella es Una, Santa, Católica y Apostólica... | |
TF 25 - enero 2004 Noveno artículo del Credo - I Creo en la Santa Iglesia Católica, en la Comunión de los Santos Dios, por una gracia particular, nos ha llamado a la Iglesia de Jesucristo, para que con la luz de la fe y la observancia de la divina ley le demos el debido culto y lleguemos a la vida eterna... | |
TF 24 - diciembre 2003 Octavo artículo del Credo Creo en el Espíritu Santo El Padre ama necesaria e infinitamente al Hijo, y el Hijo ama con esta misma intensidad al Padre, y el Padre y el Hijo amándose necesariamente sin poder dejar de amarse con este amor infinito, producen un término eterno de su amor, llamado Espíritu Santo, Espíritu Paráclito... | |
TF 23 - noviembre 2003 Séptimo artículo del Credo Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos El séptimo artículo del Credo nos enseña que al fin del mundo Jesucristo, lleno de gloria y majestad, vendrá del cielo para juzgar a todos los hombres, buenos y malos, y dar a cada uno el premio o el castigo que hubiere merecido... | |
TF 22 - octubre 2003 Sexto artículo del Credo Subió a los cielos, está sentado a la diestra de Dios Padre Jesucristo, después de su resurrección, se quedó cuarenta días en la tierra, para probar con varias apariciones que verdaderamente había resucitado, y para instruir mejor y confirmar a los Apóstoles en las verdades de la fe... | |
TF 21 - setiembre 2003 Quinto artículo del Credo Descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos Jesucristo bajó, no al infierno de los condenados, sino al llamado seno de Abraham, donde estaban detenidos los justos; que no sólo bajó en virtud o poder, sino su alma en realidad y presencia, y que lo hizo a sacarlas de aquella mansión donde estaban esperando que su divino libertador triunfase de la muerte y del pecado... | |
TF 20 - agosto 2003 Cuarto artículo del Credo Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado La palabra Padeció expresa todas las penas que Jesucristo sufrió en su pasión. Jesucristo murió en cuanto hombre, porque en cuanto Dios no podía padecer ni morir. El suplicio de la cruz era el más cruel y afrentoso de todos los suplicios... | |
TF 19 - julio 2003 Tercer artículo del Credo Que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen El tercer artículo del Credo nos enseña que el Hijo de Dios tomó cuerpo y alma, como tenemos nosotros, en las purísimas entrañas de María Virgen, por obra del Espíritu Santo, y que nació de esta Virgen... | |
TF 18 - junio 2003 Segundo artículo del Credo Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor El segundo artículo del Credo nos enseña que el Hijo de Dios es la segunda Persona de la Santísima Trinidad: que es Dios eterno, omnipotente, Creador y Señor como el Padre, que se hizo hombre para salvarnos, y que el Hijo de Dios hecho hombre se llama Jesucristo... | |
TF 17 - mayo 2003 Primer artículo del Credo - III Creador...y de la tierra Por último, Dios formó del limo de la tierra el cuerpo del hombre, de modo que fuese inmortal e impasible, no por exigencia de la propia naturaleza, sino por efecto de la bondad divina... | |
TF 16 - abril 2003 Primer artículo del Credo - II Creador del cielo... Al par del firmamento Dios creó de la nada a seres de naturaleza espiritual, los innumerables ángeles, cuyo ministerio era servirlo y asistir delante de su trono. Les confirió después el admirable don de su gracia y poder... | |
TF 15 - marzo 2003 Primer artículo del Credo - I Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra La palabra ‘creo’ no tiene el significado de ‘pensar’, ‘juzgar’, ‘opinar’. Significa una adhesión absolutamente segura, por la cual la inteligencia acepta, con firmeza y constancia, los misterios que Dios le manifiesta... | |
TF 14 - febrero 2003 Introducción El símbolo de los Apóstoles Se llama Credo, por la primera palabra con que comienza, y Símbolo, porque era la señal o fórmula con que se reconocían los cristianos católicos en los primeros tiempos. El que quería tomar parte en la misa o en los divinos misterios, era examinado por el símbolo; si no lo sabía, no era admitido... | |
TF 13 - enero 2003 Debes buscar a Dios... El primer paso que debes dar en el camino de tu corta vida, y el último en que lo acabes con la muerte, es en rastrear la primera Causa y origen de todo ser y fin de toda criatura, que es Dios y Padre tuyo... | |
TF 12 - diciembre 2002 El admirable nacimiento de Jesucristo El P. Rosignoli escribió las lecturas espirituales correspondientes a cada uno de los Ejercicios Espirituales. Es de esos textos que hemos extraído la página alusiva a la Santa Navidad, que hoy presentamos a nuestros lectores... | |
TF 10 - octubre 2002 A vosotros, pobres pecadores “A vosotros, pobres pecadores, uno más pecador todavía os ofrece esa rosa enrojecida con la sangre de Jesucristo a fin de que florezcáis y os salvéis. Los impíos y pecadores empedernidos gritan a diario: Coronémonos de rosas (Sab. 2, 8). Cantemos también nosotros: coronémonos con las rosas del santo rosario... | |
TF 9 - setiembre 2002 San Miguel: Príncipe de la Milicia celestial, poderoso escudo contra la acción diabólica El profeta Daniel lo denomina “Miguel, el gran príncipe, el defensor de los hijos de tu pueblo”, es decir, los hijos de la Iglesia, heredera en el Nuevo Testamento del pueblo de Israel. Por eso, tanto la Santa Iglesia como la mayoría de las naciones cristianas lo han hecho su patrono... | |
TF 8 - agosto 2002 El Dogma de la Asunción «La Iglesia se apresura lentamente», dice un adagio referente a la sabia y majestuosa calma con que la Esposa de Cristo va explicitando su doctrina a través de los siglos. Así, pasaron casi dos mil años para que proclamara en 1950, durante el pontificado del Papa Pío XII, el dogma de la Asunción de María a los Cielos. Dios podía, quería, luego lo hizo... | |
TF 7 - julio 2002 La espiritualidad vigorosa de San Ignacio de Loyola Muchos de nuestros lectores podrían imaginar que de la pluma de San Ignacio haya salido una literatura tan magnífica como su admirable obra, consubstanciada en la Compañía de Jesús — uno de los pilares de la Contra-Reforma Católica... | |
TF 6 - junio 2002 María es la tesorera de todas las gracias divinas El que desee gracias debe recurrir a María; y el que recurre a María debe estar seguro de obtener las gracias que desea. Feliz se juzga aquella casa que es visitada por alguna persona real, ya por la honra que en esta visita recibe, ya por las ventajas que después espera... | |
TF 4 - abril 2002 ¿En qué consiste la perfección cristiana? La vida espiritual consiste en conocer la infinita grandeza y bondad de Dios, junto a un gran sentido de nuestra propia debilidad y tendencia hacia el mal; en amar a Dios y en detestarnos a nosotros mismos, en humillarnos delante de Él... | |
TF 3 - marzo 2002 El valor del sacrificio en la vida cotidiana No podemos, no debemos pertenecer a la casta de los poetas y románticos que cantan el amor divino, y lo cantan muy hermosamente, pero... ¡ay!, no lo viven. Amor sincero el nuestro, debe ser amor, no de lirismo, sino de obra. ¿En qué consiste?... | |
TF 2 - febrero 2002 Grandeza del nombre “Amigo de la Cruz” No hay, en este “valle de lágrimas” que es la vida terrena, hombres a los cuales no haya sido destinada una cruz, sean buenos o malos. El Divino Redentor nos convida a cargar generosamente nuestra cruz, como Él mismo lo hizo de modo sublime... | |
TF 1 - enero 2002 Al alma angustiada Voz de Cristo, voz misteriosa de la gracia que resonáis en el silencio de los corazones, Vos murmuráis en el fondo de nuestras conciencias palabras de dulzura y de paz. A nuestras miserias presentes repetís el consejo del Maestro: «¡Confianza, confianza!»... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino