Lectura Espiritual El Sacramento del Matrimonio - I

Damos comienzo a una serie sobre el Matrimonio, visto bajo el influjo del Espíritu Santo. El texto ha sido extraído de una sólida y fundamentada obra.*
Hoy más que nunca, es sumamente importante recordar el valor de este sacramento tan debilitado en nuestros días.

El Matrimonio de la Virgen, Niccolo di Buonaccorso, 1380 – Pintura al temple y oro sobre madera, National Gallery, Londres

Aterradoras son las estadísticas sobre el matrimonio en las últimas décadas. ¡Cuántos entrelazan sus manos sin la bendición de la Iglesia! ¡Qué grande y aterrador es el número de divorcios! ¿Quién puede medir la multitud de uniones infelices y pecaminosas? El matrimonio es la raíz del género humano, del Estado y de la Iglesia. No es de extrañar, entonces, que el espíritu maligno comience su obra de aniquilación exactamente por la raíz. Así la humanidad será sacudida, el Estado y la Iglesia tendrán que cargar con las consecuencias de esta obra de aniquilación.

Muchos matrimonios son infelices porque se contraen y se hacen sin la asistencia del divino Espíritu Santo.

Amor conyugal en el Espíritu Santo

Pero, ¿qué tiene que ver el Espíritu Santo con el matrimonio? En primer lugar, el matrimonio es uno de los siete sacramentos, un canal de gracias, y el Espíritu Santo es el dispensador de las gracias merecidas por Cristo.

Cuando los novios están ante el altar, no solo están en el círculo de Jesús Sacramentado, sino también bajo los rayos de la gracia del divino Espíritu Santo, que por el sacramento del Matrimonio da un brillo aún mayor a las gracias recibidas en los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía. Él es quien les comunica las gracias sacramentales propias, en virtud de las cuales los esposos pueden cumplir con los espinosos deberes del estado conyugal.

Esto no significa que el Espíritu Santo deba derramar la abundancia de sus gracias sobre todos los que se encaminan al altar de las nupcias. ¡No! Él debe ser invitado, su ayuda debe ser invocada con ruegos. Sí, ya debe ser invocado en la elección de la pareja de noviazgo. ¿Cómo puede el Espíritu Santo descender repentinamente con sus gracias sobre dos personas que el espíritu maligno ha coligado y que se han vinculado únicamente por la sensualidad? No es de extrañar que ese vínculo se rompa pronto.

 

* P. Agostinho Kinscher, Al Dios desconocido, Editora Mensageiro da Fe, Salvador, Brasil, 1943, p 133-134.

Nuestra Señora de Todos los Auxilios Santa Marcela de Roma
Santa Marcela de Roma
Nuestra Señora de Todos los Auxilios



Tesoros de la Fe N°229 enero 2021


Corrupción en la sociedad ¿Existe un remedio?
Enero de 2021 – Año XX María debe ser hoy glorificada Calendario del Bicentenario Enero 2021 Corrupción en la sociedad: ¿Existe una solución? Nuestra Señora de Todos los Auxilios El Sacramento del Matrimonio - I Santa Marcela de Roma ¿Puedo confesarme con un sacerdote por teléfono o e-mail? Legitimidad y liderazgo



 Artículos relacionados
Escalando las más altas cumbres Una montaña desafía al hombre: ¿quién tendrá el valor de emprender la escalada? El desafío está en la atracción. No hay quien no sienta deseos de llegar hasta lo alto. ¡Cuánta energía será necesaria!...

Leer artículo

Rocamadour, símbolo de fe enclavado en la roca Poco más que una aldea, Rocamadour surge como un sueño entre las neblinas del valle...

Leer artículo

La virtud y el vicio se destacan en la persona noble El último fruto de la nobleza es que, así como una misma piedra preciosa refulge más engastada en oro que en hierro, así las mismas virtudes resplandecen más en el varón noble que en el plebeyo...

Leer artículo

 La Virgen del Apocalipsis y los ángeles arcabuceros del Cusco Existe un magnífico séquito a los pies del trono de Dios, invisible a nuestros ojos. En él, la suprema jerarquía de los ángeles tiene su asiento en lo más alto de la corte celestial...

Leer artículo

Navidad en Italia y en Alemania Según esa concepción, la emoción religiosa debe manifestarse por medio de una gran vivacidad, y que tal vivacidad debe expresarse por medio de pensamientos y palabras. Y tales pensamientos deben ser vivos, y los términos que los expresan serán enfáticos y calurosos...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino

×