Lectura Espiritual ¿Cuál es el destino del hombre?

Continuando con la selección de textos apologéticos extraídos de la obra «La Religión Demostrada», del padre Hillaire, abordaremos a continuación la doble finalidad que Dios ha dado al hombre.

 

El hombre ha sido creado para conocer, amar y servir a Dios sobre la tierra, y gozarle después en la eternidad. Se llama destino de un ser, el fin que debe procurar obtener y para el cual Dios le ha dado la existencia.

El hombre tiene un doble fin: el fin próximo, que debe cumplir sobre la tierra; y el fin último, es decir, la meta a que debe llegar después de esta vida, la bienaventuranza eterna.

Dios ha creado al hombre para su gloria

Todo ser inteligente obra por un fin: obrar sin un fin es absurdo. Dios, sabiduría infinita, no podía crear sin tener un fin, y un fin digno de Él. Este fin digno de Dios no es sino Dios mismo. Nada de lo que se haya fuera de Él es digno de su grandeza infinita… —¿Qué saca Él de la creación? Dios es el bien infinito, y no puede ser ni más perfecto ni más feliz. Pero Dios puede manifestar su bondad, sus perfecciones infinitas, y de esta suerte procurar su gloria.

Dios se glorifica exteriormente cuando manifiesta sus perfecciones con los bienes que da a sus criaturas, cada una de las cuales es como un espejo en el que se reflejan, con mayor o menor brillo, las perfecciones divinas.

Dios podría no haber creado, puesto que la creación nada añade a su gloria interior o esencial; pero creando, Dios debía poner en su obra seres inteligentes y libres: inteligentes para que conocieran sus perfecciones; libres, para darle gloria con homenajes voluntarios.

El hombre procura la gloria de Dios consagrando su vida a conocerle, amarle y servirle

Sólo en Dios puede el hombre hallar su felicidad

En esto consiste su fin próximo. Dios ha dado al hombre tres facultades principales: una inteligencia para conocer, una voluntad, un corazón para amar y los órganos del cuerpo para obrar. Es justo, pues, que el hombre consagre a la gloria de Dios su inteligencia para conocerle cada vez más; su corazón para amarle intensamente; su cuerpo para servirle con abnegación. El hombre es el servidor de Dios; no debe vivir para sí, pues no se ha dado a sí mismo la vida, no es dueño de sí, no se pertenece. El hombre lo ha recibido todo de Dios, ha sido creado para Dios y no tiene otra razón de ser que procurar la gloria de Dios.


Sólo Dios es el fin último del hombre

Dios podría no haberme creado; si lo hizo, fue por pura verdad: primer acto de amor. —Dios podía crearme únicamente para su gloria, sin reservarme ninguna felicidad ni temporal ni eterna. Pero su bondad infinita ha querido unir su gloria y la felicidad del hombre: segundo acto de amor. La felicidad del hombre, tal es el fin secundario de la creación. Luego, el hombre ha sido creado para ser feliz.

Sólo en Dios puede el hombre hallar su felicidad. La felicidad es la satisfacción de los deseos del hombre, el reposo de sus facultades en el objeto que las llena y satisface.

La experiencia nos dice que ni la ciencia, ni la gloria, ni la fortuna, ni cosa alguna creada, puede saciar al hombre. Él siente deseos de un bien infinito. Por consiguiente, sólo en el conocimiento y posesión de Dios puede el hombre hallar su felicidad.     


* Extractos del libro La Religión Demostrada, del padre P. A. Hillaire (Editorial Difusión, Buenos Aires, 3ª edición, 1945, pp. 65-67).

La Virgen de las Mercedes de Paita Santa Hildegarda
Santa Hildegarda
La Virgen de las Mercedes de Paita



Tesoros de la Fe N°93 setiembre 2009


La Virgen de las Mercedes, Reina de Paita
La sabiduría de los monasterios La madre que rechazó el regalo de Dios La Virgen de las Mercedes, Reina de Paita ¿Cuál es el destino del hombre? Santa Hildegarda Si no hay comprensión, ¿la solución será el divorcio?



 Artículos relacionados
Una, santa, católica y apostólica Cerramos con broche de oro la publicación de trechos selectos del magistral libro del padre Hillaire donde el autor concluye que solamente hay una Iglesia verdadera...

Leer artículo

Sin religión el hombre no puede ser feliz El hombre no es feliz en este mundo sino cuando sus facultades están plenamente satisfechas; es así que sólo la religión puede dar tranquilidad al espíritu, paz al corazón, rectitud y fuerza a la voluntad. Luego sin religión el hombre no puede ser feliz en este mundo...

Leer artículo

La religión es buena y necesaria para todos El hombre debe a su Creador el homenaje de sus diferentes facultades. Debe emplear su inteligencia en conocerle, su voluntad, en conservar sus leyes, su corazón y su cuerpo en honrarle con un culto conveniente. Tal es la razón íntima de toda religión...

Leer artículo

El hombre necesita de una religión La religión es el lazo que une al hombre con Dios. Este lazo se compone de deberes que el hombre debe llenar para con el Ser Supremo, su Creador, su Bienhechor y su Señor...

Leer artículo

¿Por qué somos católicos? Somos y permaneceremos siendo católicos, porque el catolicismo se impone a nuestra razón por el encadenamiento de cinco verdades irrefutables...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino

×