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Devociones marianas en el mundo |
Testigos presenciales del Milagro del Sol (Adaptación fotográfica; original tomada el 13 de octubre de 1917, en la Cova da Iría) |
Artículo de portada
El Milagro del Sol Los cielos de Portugal sirvieron de “púlpito” para que la Divina Providencia predicara al mundo entero... |
No temas amar demasiado a la Santísima Virgen
A la reina Isabel II del Reino Unido
El Milagro del Sol
El triunfo de Nuestra Señora del Rosario de Lepanto
El horror al pecado es un gran estímulo para el bien
Señor de los Milagros
San Juan Leonardi
¿Por qué hay estaciones del Vía Crucis que no figuran en las Escrituras?
El noble francés
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Palabras del Director V
Estimados amigos:
“En octubre diré quién soy y lo que quiero, y haré un milagro para que todos lo vean y crean”, con estas palabras la Santísima Virgen dio respuesta —en la aparición del 13 de julio de 1917— al pedido de Lucía y de sus primos Francisco y Jacinta, agobiados por los ya insistentes cuestionamientos de creyentes y no creyentes con relación a las apariciones marianas.
Al mes siguiente, el 19 de agosto, esta vez en Valinhos, Nuestra Señora les dijo nuevamente a los pastorcitos: “El último mes haré el milagro para que todos crean”. Y el 13 de setiembre, la Virgen de Fátima lo reafirmó por tercera vez: “En octubre haré el milagro para que todos crean”.
Todos estos prenuncios, sumados a la prisión de los niños —que fueron raptados el 13 de agosto por el administrador político de Ourem, quien pretendió arrancarles el Secreto de Fátima a la fuerza—, crearon una mayor expectativa entre la población, como es natural. Así, el 13 de octubre de 1917, a pesar de todos los obstáculos interpuestos por el gobierno comunista de la época, un gran multitud calculada entre 50 y 70 mil espectadores se congregó en la hondonada de la Cova da Iría para asistir al Milagro del Sol.
Sobre este magno acontecimiento versa el Tema del Mes, que podrán leer enseguida.
Octubre es mes de milagros. Y en el Perú es mes morado, pues, tradicionalmente se venera al Señor de los Milagros. En homenaje suyo transcribimos (p. 15) extractos de un valioso documento que se conserva en el Archivo de Indias, fechado el 27 de octubre de 1718 y dirigido por las autoridades limeñas de la época a Su Majestad Católica, el rey Felipe V, en el que se relata la historia del Santo Cristo de las Maravillas.
Esperando que los artículos seleccionados para esta ocasión sean de su mayor agrado, me despido hasta el próximo mes.
En Jesús y María,
El Director
Estimados amigos:
“En octubre diré quién soy y lo que quiero, y haré un milagro para que todos lo vean y crean”, con estas palabras la Santísima Virgen dio respuesta —en la aparición del 13 de julio de 1917— al pedido de Lucía y de sus primos Francisco y Jacinta, agobiados por los ya insistentes cuestionamientos de creyentes y no creyentes con relación a las apariciones marianas.
Al mes siguiente, el 19 de agosto, esta vez en Valinhos, Nuestra Señora les dijo nuevamente a los pastorcitos: “El último mes haré el milagro para que todos crean”. Y el 13 de setiembre, la Virgen de Fátima lo reafirmó por tercera vez: “En octubre haré el milagro para que todos crean”.
Todos estos prenuncios, sumados a la prisión de los niños —que fueron raptados el 13 de agosto por el administrador político de Ourem, quien pretendió arrancarles el Secreto de Fátima a la fuerza—, crearon una mayor expectativa entre la población, como es natural. Así, el 13 de octubre de 1917, a pesar de todos los obstáculos interpuestos por el gobierno comunista de la época, un gran multitud calculada entre 50 y 70 mil espectadores se congregó en la hondonada de la Cova da Iría para asistir al Milagro del Sol.
Sobre este magno acontecimiento versa el Tema del Mes, que podrán leer enseguida.
Octubre es mes de milagros. Y en el Perú es mes morado, pues, tradicionalmente se venera al Señor de los Milagros. En homenaje suyo transcribimos (p. 15) extractos de un valioso documento que se conserva en el Archivo de Indias, fechado el 27 de octubre de 1718 y dirigido por las autoridades limeñas de la época a Su Majestad Católica, el rey Felipe V, en el que se relata la historia del Santo Cristo de las Maravillas.
Esperando que los artículos seleccionados para esta ocasión sean de su mayor agrado, me despido hasta el próximo mes.
En Jesús y María,
El Director
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino