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Devociones marianas en el mundo |
Soldados romanos echan a la suerte la Sagrada Túnica (detalle de La Crucifixión), Giotto, s. XIV – Fresco, Capilla de los Scrovegni, Padua |
Artículo de portada
La Sagrada Túnica de Nuestro Divino Redentor Quien llega a la pequeña ciudad de Argenteuil —hoy absorbida por la periferia urbana de París— no tiene idea del inmenso tesoro que guarda su antigua iglesia parroquial, hoy convertida en basílica menor... |
Palabras del Director V
Estimados amigos:
A menudo el público confunde la Sagrada Túnica de Argenteuil (Francia) con el Santo Sudario de Turín (Italia), una sábana que envolvió el cuerpo del Salvador poco después de su muerte, y en la que se imprimió milagrosamente su imagen.
La Sagrada Túnica, sin embargo, era la prenda que llevó Nuestro Señor durante su vida, y que vestía cuando fue traicionado y apresado en el Huerto de los Olivos. Todavía le acompañó durante los atroces padecimientos de la Pasión, quedando cabalmente empapada en su preciosísima Sangre.
El valor de esta reliquia es inconmensurable y solo comparable al de la Sábana Santa.
Los soldados romanos se disputaron su posesión jugando a los dados, según lo narra el Evangelio. Y así comenzó el largo peregrinaje de la túnica de Argenteuil: apariciones, desapariciones, dudas sobre la autenticidad del venerado tejido, hasta llegar a una impresionante confirmación en nuestros días.
Al igual que el Sudario de Turín, la Sagrada Túnica, que se guarda en la Basílica de Saint Denis en la ciudad de Argenteuil (a unos 15 km al noroeste de París, en la margen derecha del río Sena), fue sometida al análisis frío y objetivo de la ciencia, que demostró lo que la fe de los católicos siempre sostuvo: que aquella prenda realmente perteneció a Nuestro Señor Jesucristo.
La Sagrada Túnica se conserva habitualmente enrollada en un pequeño relicario. Cada cincuenta años es expuesta a la veneración de los fieles; las últimas dos en 1934 y 1984. Hubo una ostensión excepcional en 2000 por el Año Jubilar y en 2016 con motivo del Año Santo de la Misericordia. La próxima ocasión esta prevista para 2034.
Al desearles una buena lectura, aprovecho la ocasión para implorar a Dios Todopoderoso que conceda a nuestros amables lectores una Pascua santa, llena de bendiciones.
En Jesús y María,
El Director
Estimados amigos:
A menudo el público confunde la Sagrada Túnica de Argenteuil (Francia) con el Santo Sudario de Turín (Italia), una sábana que envolvió el cuerpo del Salvador poco después de su muerte, y en la que se imprimió milagrosamente su imagen.
La Sagrada Túnica, sin embargo, era la prenda que llevó Nuestro Señor durante su vida, y que vestía cuando fue traicionado y apresado en el Huerto de los Olivos. Todavía le acompañó durante los atroces padecimientos de la Pasión, quedando cabalmente empapada en su preciosísima Sangre.
El valor de esta reliquia es inconmensurable y solo comparable al de la Sábana Santa.
Los soldados romanos se disputaron su posesión jugando a los dados, según lo narra el Evangelio. Y así comenzó el largo peregrinaje de la túnica de Argenteuil: apariciones, desapariciones, dudas sobre la autenticidad del venerado tejido, hasta llegar a una impresionante confirmación en nuestros días.
Al igual que el Sudario de Turín, la Sagrada Túnica, que se guarda en la Basílica de Saint Denis en la ciudad de Argenteuil (a unos 15 km al noroeste de París, en la margen derecha del río Sena), fue sometida al análisis frío y objetivo de la ciencia, que demostró lo que la fe de los católicos siempre sostuvo: que aquella prenda realmente perteneció a Nuestro Señor Jesucristo.
La Sagrada Túnica se conserva habitualmente enrollada en un pequeño relicario. Cada cincuenta años es expuesta a la veneración de los fieles; las últimas dos en 1934 y 1984. Hubo una ostensión excepcional en 2000 por el Año Jubilar y en 2016 con motivo del Año Santo de la Misericordia. La próxima ocasión esta prevista para 2034.
Al desearles una buena lectura, aprovecho la ocasión para implorar a Dios Todopoderoso que conceda a nuestros amables lectores una Pascua santa, llena de bendiciones.
En Jesús y María,
El Director
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino