El Discípulo Amado por su virginidad, representó a la humanidad al recibir, junto a la Cruz, a Nuestra Señora como Madre. Fue el Evangelista por excelencia de la divinidad de Cristo. Perseguido por el Emperador Domiciano, fue llevado a Roma y sumergido en una olla de aceite hirviente, de donde salió rejuvenecido. Fue entonces deportado a la isla de Patmos, donde escribió el Apocalipsis. Habiendo muerto su perseguidor, volvió a Éfeso, donde residía, habiendo escrito, a pedido de los fieles, su Evangelio y tres epístolas.
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Devociones marianas en el mundo |
El Sagrado Corazón y el Santuario de Fátima |
Artículo de portada
Fátima y Paray-le-Monial: Una visión de conjunto A partir de la Cova da Iría se desencadenó un activo movimiento de piedad, cuyas posibilidades de expansión aún hoy son incalculables. El Sagrado Corazón fue la gran devoción del siglo XIX, llamado por algunos escritores eclesiásticos “el siglo del Sagrado Corazón”... |
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