21 de noviembre +Santoral
La Presentación de Nuestra Señora Esta tradición –según la cual los padres de la Santísima Virgen la ofrecieron al templo para ser educada entre las vírgenes– fue recogida por San Juan Damasceno.
  Devociones marianas en el mundo

dic2010

Imagen de Nuestra Señora de Guadalupe en México, que se estampó milagrosamente en el ayate del indio Juan Diego
Artículo de portada
La Virgen del Tepeyac
Apenas diez años después de la conquista del imperio azteca por Hernán Cortés y la llegada de los primeros evangelizadores, la Santísima Virgen se dignó intervenir en persona para asestar un gran y definitivo impulso a la conversión de México, misión formidable que se encontraba estancada debido a que la idolatría, el ánimo pendenciero y los sacrificios humanos se encontraban profundamente enraizados en la mayor parte de sus habitantes...

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Palabras del Director   V

 

Estimados amigos:

En 1531, cuatro años antes que se fundara la Ciudad de los Reyes en el Perú y se creara el Virreinato de Nueva España en México, la Santísima Virgen se apareció por primera vez en continente americano, para establecer una alianza imperecedera con sus habitantes.

Hablando en lengua náhuatl con el indio San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, la Madre de Dios quiso también alentar a los evangelizadores para aprender los dialectos locales, ganarse la confianza de los indígenas y volverlos rápidamente cristianos. Conocedora de la propensión natural del indio hacia lo maravilloso, Ella cautivó en la cima del Tepeyac a su interlocutor, haciéndole oír primero unas músicas celestiales y deleitándole después con el colorido, la tersura y el perfume de unas flores que parecían arrancadas del paraíso.

La fascinante historia de Nuestra Señora de Guadalupe en México, la Virgen del Tepeyac —que encontrará en las páginas centrales de esta edición— nos transmite el bálsamo salvífico de aquella relación personal y maternal, que la Virgen Santísima quiere establecer con cada uno de nosotros: «¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy yo tu salud? ¿No estás por ventura en mi regazo? ¿Tienes necesidad de alguna otra cosa?»

Al aproximarse la Navidad, aprovecho este espacio para desear a nuestros amables lectores, así como a sus familias, las mayores gracias del Divino Infante y de su tiernísima Madre. Que la Virgen de Guadalupe, Patrona de México y Emperatriz de las Américas, nos ayude a enfrentar con fe y confianza los imprevisibles desafíos que el Nuevo Año nos depara.

En Jesús y María,

El Director
Estimados amigos:

En 1531, cuatro años antes que se fundara la Ciudad de los Reyes en el Perú y se creara el Virreinato de Nueva España en México, la Santísima Virgen se apareció por primera vez en continente americano, para establecer una alianza imperecedera con sus habitantes.

Hablando en lengua náhuatl con el indio San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, la Madre de Dios quiso también alentar a los evangelizadores para aprender los dialectos locales, ganarse la confianza de los indígenas y volverlos rápidamente cristianos. Conocedora de la propensión natural del indio hacia lo maravilloso, Ella cautivó en la cima del Tepeyac a su interlocutor, haciéndole oír primero unas músicas celestiales y deleitándole después con el colorido, la tersura y el perfume de unas flores que parecían arrancadas del paraíso.

La fascinante historia de Nuestra Señora de Guadalupe en México, la Virgen del Tepeyac —que encontrará en las páginas centrales de esta edición— nos transmite el bálsamo salvífico de aquella relación personal y maternal, que la Virgen Santísima quiere establecer con cada uno de nosotros: «¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy yo tu salud? ¿No estás por ventura en mi regazo? ¿Tienes necesidad de alguna otra cosa?»

Al aproximarse la Navidad, aprovecho este espacio para desear a nuestros amables lectores, así como a sus familias, las mayores gracias del Divino Infante y de su tiernísima Madre. Que la Virgen de Guadalupe, Patrona de México y Emperatriz de las Américas, nos ayude a enfrentar con fe y confianza los imprevisibles desafíos que el Nuevo Año nos depara.

En Jesús y María,

El Director
Verdades Olvidadas
La genuflexión ante el Santísimo Sacramento
La vida civil y social —y no digamos la militar o deportiva— está llena de signos de veneración. Y, ¿cómo no vamos a venerar también con el cuerpo a Jesús Sacramentado?...

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El Árbol de Navidad del señor D’Auvrigny
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Página Mariana
La Virgen del Tepeyac
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Plinio Corrêa de Oliveira
Súplica a los pies del Pesebre
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Vidas de Santos
San Juan de la Cruz
La Providencia Divina confirmó en gracia y amoldó perfectamente a la Cruz de Cristo a un religioso escogido para secundar a Santa Teresa de Jesús en la extraordinaria obra de la Reforma del Carmelo...

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La Palabra del Sacerdote
La cronología de los Evangelios y los Santos Reyes Magos
El ciclo litúrgico de la Iglesia es distribuido a lo largo de un año, y era conveniente agrupar los hechos relativos al nacimiento de Nuestro Señor en un conjunto único: Navidad, Santos Inocentes, Circuncisión, Reyes Magos, Presentación en el Templo y Purificación de Nuestra Señora...

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