No sólo la cortesía y la buena educación, sino la amabilidad y el amor nos llevan a estrechar la mano de nuestros conocidos, a abrazar y besar a nuestros familiares. La vida civil y social —y no digamos la militar o deportiva— está llena de signos de veneración. Y, ¿cómo no vamos a venerar también con el cuerpo a Jesús Sacramentado? La genuflexión —manteniendo el cuerpo erguido, doblando la rodilla derecha hasta que toque el suelo— es el modo corriente de adorar a Jesucristo realmente presente en la Eucaristía. Según las normas actuales de la Iglesia “ante el Santísimo Sacramento, guardado en el Sagrario o expuesto públicamente, manténgase la práctica venerable de la genuflexión en señal de adoración” (Ritual de la Eucaristía, n°84). Pero, quedarse en el gesto es muy poco. Conviene que este acto sea dotado de un profundo contenido. Para que el corazón se incline ante Dios con profunda reverencia, la genuflexión sea pausada y digna, no una birla grotesca como la de los soldados en la casa de Pilato. Evitemos las prisas, los garabatos o los amagos de genuflexión que más bien parecen una pérdida momentánea del equilibrio. Y un propósito: al poner nuestra rodilla en el suelo, decir —con el corazón— alguna jaculatoria a Nuestro Señor.
P. Milan Tisma, Emmanuel - Devocionario Eucarístico, Ediciones Cor Salvatoris, Santiago de Chile, 2004, p. 257.
|
![]() La Virgen del Tepeyac |
![]() |
Movilidad católica y estancamiento pagano Hasta un espíritu práctico y tecnológico es capaz de impresionarse ante aquellas grandezas pasadas, sugeridas por las ruinas contemplativas... |
![]() |
Jesús aparece a los apóstoles Los apóstoles sabían por boca de muchos que Jesús había resucitado, pero todavía no le habían visto. Llenos de miedo, con las puertas cerradas, estaban en el Cenáculo hablando de él con los demás discípulos... |
![]() |
Excelencia del Avemaría La salutación angélica contiene la fe y la esperanza de los patriarcas, de los profetas y de los apóstoles. Es la constancia y la fortaleza de los mártires, la ciencia de los doctores, la perseverancia de los confesores y la vida de los religiosos... |
![]() |
Ejemplo simbólico de la lucha contra el aborto «Pedro, ¡si ustedes deben decidir entre mí y la criatura, no duden: escojan a la criatura, yo lo exijo, sálvenla! Yo haré la voluntad de Dios, y Dios providenciará lo necesario para mis hijos». Cuando Gianna Beretta Molla pronunció tales palabras tenía 39 años de edad, era madre de tres niños. ¿Qué fue lo que llevó a esta feliz madre de familia y esposa ejemplar, a no tener pena de sí, sino a buscar lo más perfecto para la gloria de Dios?... |
![]() |
Oración a Nuestra Señora de Fátima compuesta en 1927 Virgen Inmaculada, que por vuestro santo Rosario extinguisteis otrora en el seno de la Iglesia la nefasta herejía de los Albigenses, por él liberasteis a la Cristiandad del peligro musulmán y robustecisteis la piedad de los fieles... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino