San Juan Bosco Luego de avisar a los apóstoles que el cuerpo de Jesús no estaba ya donde le habían puesto, María Magdalena regresaba llorosa al sepulcro, ignorando lo que había sucedido. Jesús se aparece a la Magdalena y a las demás mujeres Cuando llegó, se inclinó para mirar adentro y vio a dos ángeles que le dijeron: —“Mujer, ¿por qué lloras?”. Ella contestó: —“Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto”. Dicho esto, se volvió y vio a Jesús sin conocerlo, porque había tomado las apariencias de hortelano, el cual le habló así: —“Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?”. Creyendo ella que era el hortelano del jardín en que estaba, contestó que buscaba a Jesús; que si él se lo había llevado, por favor se lo entregara. Jesús entonces la llamó por su nombre y le dijo: —“¡María!”. Al pronunciar esta palabra, lo reconoció y llena de gozo exclamó: —“¡Maestro!”. Se postró luego para besarle los pies y Jesús le mandó que avisara a los apóstoles. Mientras la Magdalena se hallaba en marcha, Jesús se apareció también a las otras mujeres y les dijo: —“Alegraos”. Ellas lo reconocieron inmediatamente y, después de haberlo adorado, fueron a Jerusalén, para referir lo sucedido a los apóstoles. Los discípulos de Emaús Hacia el anochecer del mismo día, Jesús se apareció también a dos discípulos que se dirigían al pueblo de Emaús; y, sin que le reconocieran, los acompañó aparentando ser un viajero. Les preguntó de qué conversaban y por qué estaban tan afligidos. Uno de ellos le dijo: —“¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabes lo que ha pasado allí estos días?”. Y le contaron cómo Jesús Nazareno había sido condenado a muerte y crucificado. —“Nosotros creíamos —añadieron— que salvaría a Israel, pero ya han trascurrido tres días desde que ocurrieron estos hechos. Por otra parte, algunas mujeres dicen que ha resucitado”. Entonces Jesús, desconocido aún por ellos, los reprendió con estas palabras: —“¡Qué necios y torpes sois para creer lo que dijeron los profetas!”. Y, empezando a explicarles las Sagradas Escrituras, les demostró cómo había sido anunciado que Jesús padecería antes de entrar en su gloria. Cuando hubieron llegado al pueblo, Jesús fingió que tenía que ir más lejos y ellos le rogaron que no los dejara porque anochecía. Consintió en acompañarlos; y, cuando estaban en la mesa, tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio para que comieran. Entonces, se abrieron sus ojos y le reconocieron; pero él desapareció de su vista.
|
![]() EL mensaje de Fátima Hoy más urgente que nunca |
![]() |
Las Promesas del Sagrado Corazón de Jesús Una devoción fundamental para los católicos realmente deseosos de consagrarse al amor infinito de Dios y obtener gracias superabundantes. Máxime para los que se empeñan en propagar la devoción al Divino Corazón... |
![]() |
El Evangelio de Judas y el proceso de “autodemolición” en la Iglesia La noticia sobre un viejo papiro de 1700 años dio la vuelta al mundo con gran orquestación publicitaria, sobre todo en abril pasado. Su contenido es tan ofensivo como falso: ¡Judas habría sido el discípulo perfecto del Redentor!... |
![]() |
Fiesta de la Purificación de María Santísima En el Antiguo Testamento, la ley del Moisés mandaba que las mujeres de Israel, después de su alumbramiento, permaneciesen cuarenta días sin acercarse al templo... |
![]() |
Tiempo de Navidad La grisácea claridad de este día invernal se desvanece pronto en la lejanía. Antes que cierre la noche, las luces de los escaparates iluminan la calle, creando una atmósfera cálida y acogedora. El rojizo resplandor de los farolillos se refleja en las ropas y el rostro de los transeúntes... |
![]() |
Dos circunstancias en que debemos hablar familiarmente con Dios Cuando te veas agobiada, alma devota, por el peso de la enfermedad, de las tentaciones, persecuciones y otros trabajos, acude luego al Señor y pídele que te alargue su poderosa mano... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino