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Estimados amigos: La devoción popular a la Virgen Dolorosa del Colegio de Quito quedó muy arraigada en el Ecuador, a partir de un conmovedor prodigio ocurrido la noche del 20 de abril de 1906, en un recinto del antiguo local del Colegio San Gabriel en la capital ecuatoriana. Fueron testigos del mismo 35 estudiantes —entre ellos un joven peruano de 14 años de edad, natural de Sullana—, dos profesores y tres empleados del citado plantel. Regentado por la Compañía de Jesús, el nombre del colegio quedó vinculado al inmortal presidente ecuatoriano Don Gabriel García Moreno, mártir de la fe y ejemplo de gobernante católico, quien restableció definitivamente a los padres jesuitas en el vecino país, después de haber sido expulsados en 1767 por el rey Carlos III y nuevamente en 1852 por un decreto republicano. A comienzos del siglo pasado la Iglesia en el Ecuador estaba siendo hostilizada, en el contexto de una implacable lucha entre radicales, liberales y conservadores, que se prolongaría varias décadas. Fue en el auge de aquella persecución que tuvo lugar el inesperado milagro de la Santísima Virgen de los Dolores, cuyo principal efecto fue fortalecer las convicciones de todos cuantos pugnaban por la vigencia y perennidad de los principios católicos en la vida del país. En Quito como en Fátima años después, resonó un mismo mensaje de esperanza: «¡Por fin, mi Inmaculado Corazón triunfará!» Invitamos pues a nuestros amables lectores a conocer los pormenores de esta tierna manifestación de Nuestra Señora, en la pluma del joven Diego Villamar Dávila, destacado exalumno del Colegio San Gabriel. En Jesús y María, El Director
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¡Oh, Madre Dolorosa! |
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Prohíben rezar por los difuntos “Las puertas de la capilla permanecen cerradas durante las horas de atención del cementerio; la cruz y la Biblia fueron removidas y las campanas, que tocaban al menos dos veces al día, no funcionan más... |
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El ángel de la guarda, nuestro verdadero amigo San Bernardo extasiado a propósito de los ángeles exclama: “¡Qué maravilla!”. Y, en seguida, demuestra su entusiasmo por la acción de los ángeles: “Cristianos, ¿podéis creerlo? Los espíritus celestiales no solo son los ángeles de Dios, sino también los ángeles de los hombres... |
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Santa Margarita María Alacoque En el siglo XVII, el jansenismo —una especie de protestantismo mitigado, infiltrado dentro de la Iglesia— ocasionaba grandes daños entre los fieles. Destruía en las almas la noción de la misericordia de Dios y de la confianza filial que debemos tener hacia nuestro Padre Celestial... |
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San Esteban de Hungría Geza, cuarto duque de los húngaros, todavía bárbaro y pagano, tuvo la dicha de casarse con la virtuosa Sarolta, hija del duque de Gyula, que unía a los encantos femeninos los de la virtud... |
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Fiesta de gloria y de paz Gloria. ¡Cómo los antiguos comprendían el significado de este vocablo, cuántos valores morales refulgentes y arrebatadores veían en él!... |
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