Estimados amigos: El 11 de febrero de 1858, hace exactamente 164 años, se dio la primera aparición de la Virgen María a una niña de catorce años llamada Bernadette Soubirous. Entre el 11 de febrero y el 16 de julio de aquel año, la Santísima Virgen se apareció dieciocho veces a santa Bernadette en la gruta de Massabielle, que para entonces era un descampado junto al cauce del Gave de Pau, en la ciudad francesa de Lourdes. El 25 de marzo, en su decimosexta aparición, ante la reiterada petición para que revelara su nombre, la Madre de Dios le dijo a la pastorcita en dialecto local: “Que soy era Immaculada Councepciou”, es decir, “Yo soy la Inmaculada Concepción”, confirmando de un modo extraordinario el dogma que el beato Pío IX había proclamado en Roma cuatro años atrás, el 8 de diciembre de 1854. Desde entonces, Lourdes se ha convertido en un lugar de peregrinación por excelencia y personas de todo el mundo acuden a la gruta para rezar, bañarse y beber de las aguas de un manantial descubierto por santa Bernadette, y recibir de Dios la curación del cuerpo o del alma. Para seguir profundizando en el contenido de estas célebres apariciones marianas, presentamos como Tema del Mes un artículo de nuestro amigo y colaborador Luis Dufaur titulado Confianza en María Inmaculada aun cuando todo parezca perdido, con nuevas reflexiones sobre el acontecimiento de Lourdes, que espero sean del agrado y provecho de todos nuestros lectores. Asimismo, podrán disfrutar de un variado menú de lecturas entre las que se destacan los artículos sobre san Francisco de Fátima (1908-1919), el pastorcito de la Santísima Virgen; el hallazgo del gran hospital en la Jerusalén del tiempo de las Cruzadas; y, el porqué de los diversos colores de los paramentos con que el sacerdote se reviste para la Santa Misa. En Jesús y María, El Director 
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	Lecciones de Lourdes Confiar aun cuando todo parezca perdido  | 
		
		 
		
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	Oración a Nuestra Señora de Fátima compuesta en 1927 Virgen Inmaculada, que por vuestro santo Rosario extinguisteis otrora en el seno de la Iglesia la nefasta herejía de los Albigenses, por él liberasteis a la Cristiandad del peligro musulmán y robustecisteis la piedad de los fieles... | 
		
		 
		
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	Los sacrificios de las almas justas aplacan la ira de Dios En las sorprendentes manifestaciones de la Divina Misericordia a santa Faustina, Dios no se limitó a mostrarle la cólera divina que se cierne sobre el mundo actual... | 
		
		 
		
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	Lourdes: milagros físicos para el bien de las almas Las peores enfermedades, los males más grandes, los sufrimientos más horrendos, la Santísima Virgen los puede curar... | 
		
		 
		
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	Santa Bernardita: testimonio vivo de las apariciones de Lourdes La Salette (1846), Lourdes (1858) y Fátima (1917), las tres grandes apariciones de la Santísima Virgen en los tiempos modernos. Tres mensajes, tres secretos, seis pastorcitos… Pareciera que la Madre de Dios quiso mostrar su preferencia por las almas puras y sencillas de niños alejados del contexto de las ciudades... | 
		
		 
		
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	La fecundidad de la vida urbana medieval Si algún día, querido lector, por la gracia de Dios, fuéramos conducidos por nuestro ángel de la guarda en un largo viaje al pasado, y acabáramos desembarcando en una ciudad europea del año 1200, nos encontraríamos ante un escenario imposible de ser imaginado por los hombres de nuestro siglo en toda su belleza y variedad... | 
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