Verdadera lección de religión y de armonía de virtudes Plinio Corrêa de Oliveira La naturaleza representada en esta fotografía es muy diferente a la nuestra y retrata bien el panorama europeo. En el centro, la montaña se asemeja a una pirámide. No construida por algún faraón, sino formada por gigantescos movimientos de la corteza terrestre en épocas inmemoriales. El juego de luz presente en ese panorama europeo es muy hermoso: una luminosidad lechosa, plateada y discreta. La luz se refleja en las aguas, como si aproximara al hombre todos los esplendores del pico inaccesible. El agua corre compacta, caudalosa, serena y gélida. Todo el panorama está compuesto de alturas. Los propios árboles parecen pináculos vegetales, que tienden a subir y compararse con el pináculo mineral. Son graciosos, ligeros, capaces de compensar lo que la montaña tiene de macizo. La luz brillante y radiante propicia la contemplación; la oscuridad de la vegetación invita a otro tipo de contemplación: recogida y seria. Las aguas que corren indican el paso continuo de todas las cosas terrenales. Recuerda la frase: Sic transit gloria mundi (“Así pasan las glorias del mundo”). Las grandezas de esta tierra fluyen como las aguas. Solo Dios es eterno. El Creador es simbolizado por la montaña que nunca cambia, siendo siempre el mismo. El río de la historia pasa, los hombres se van. Dios, sin embargo, en lo más alto de su gloria y de su luz, permanece intacto. Aquí hay una verdadera lección de religión, de armonía de virtudes: delicadeza y fuerza, pureza y recogimiento, esplendor y sabiduría, todo ello reunido en este panorama. Sin embargo, es la naturaleza deleitable y habitable por el hombre. Seguramente no habrá nadie a quien no le guste vivir en un chalet cerca de tal escenario. Bien abrigado, apreciando esta naturaleza fría pero saludable, y nutriéndose de sus frutos y creaciones. Práctico y hermoso. Es la belleza unida a lo práctico.
|
Fiesta de Gloria y de Paz Junto al nacimiento, una meditación de Navidad |
Francisco de Fátima Esta pequeñita alma contemplaba a Dios en las cosas creadas. La creación contiene en sí un reflejo de las perfecciones divinas, que la mirada humana percibe y el alma admira, elevando así, el espíritu al Creador... | |
Nuestra Señora de Sonsoles Ávila es la famosa ciudad española donde vivió la gran santa Teresa de Jesús, y en ella encontramos una devoción poco conocida en nuestro país, pero muy popular en aquella región: la de Nuestra Señora de Sonsoles... | |
¿Cómo hacer una buena confesión? Nunca me confesé y quisiera saber qué debo hacer antes de contarle mis pecados a un sacerdote... | |
San Olegario El conocido hagiógrafo jesuita, padre Pedro de Ribadeneira, comienza así su memoria sobre san Olegario... | |
Venecia y Florencia Los artistas venecianos casi siempre son más apasionados por los colores, mientras que los florentinos son más atraídos por las formas... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino