Haga el lector un ejercicio de imaginación, y suponga que le sea posible, revirtiendo la serie de siglos ya pasados, volver al tiempo de Cristo, y entrar en un recodo de la modesta habitación de la Sagrada Familia en Nazaret. Figúrese que encuentra allí a la Virgen jugando con el Niño. Y que una y otro fuesen exactamente como Rouault (siglo XX) los imaginó en el cuadro que reproducimos arriba. ¿Esta imagen colmaría su expectativa? ¿Correspondería a lo que se puede esperar de la Madre de Dios, y del propio Verbo Encarnado? ¿Encontraría en esas figuras un reflejo auténtico del espíritu cristiano, de las virtudes inefables de Jesús y María? Evidentemente no.
¿Qué terminará pensando y sintiendo sobre la Sagrada Familia un pueblo que tenga frente a sí obras pictóricas o escultóricas de este jaez? El arte cristiano tiene la misión de auxiliar dentro de sus posibilidades peculiares la difusión de la sana doctrina, y no se puede considerar que el espíritu de este cuadro sea propicio para dicho fin. Para aclarar mejor estas afirmaciones, consideremos cuanto es eficaz, por el contrario, para hacer comprender por los sentidos lo que la Iglesia nos enseña sobre Jesús y María, este cuadro del Maitre de Moulins (siglo XV), representando también a la Virgen y el Niño.
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El Apóstol Santiago |
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¿Tienen los símbolos, la pompa y la riqueza una función en la vida humana? Quiso la Providencia que hubiese en la naturaleza materiales bellos y preciosos con los cuales el ingenio humano, rectamente movido por un anhelo de belleza y perfección, produzca las joyas, los terciopelos, las sedas, todo aquello en fin que sirva para el ornato... |
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La altivez es el armonioso complemento de la humildad Porte varonil, de una fuerza llena de armonía y proporción, en que el vigor del cuerpo es como que penetrado y embebido por la presencia fuerte y luminosa de un alma grande. Trazos fisonómicos muy definidos, pero igualmente muy proporcionados... |
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La Gran Cartuja Inmenso turíbulo del cual suben continuamente al cielo los sacrificios de la oración y de la penitencia. Llama la atención en este panorama el aspecto soberbio de la nieve. Ella cubre el edificio tan ampliamente que explica la razón de ser de los tejados y de las torres en punta... |
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El carruaje Todo en él fue estudiado en función del pasajero. En primer lugar, considérese la parte práctica: las ruedas y los muelles para que, en los caminos de aquel tiempo, el carruaje se moviera sin ser sacudido... |
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¿Cómo atraer multitudes como ésta? Qué bueno sería si igual cantidad de personas se reuniera a propósito de la Religión, para un acto público de culto, un gran sermón. Y de ahí fluye naturalmente la gran cuestión: ¿qué medio moderno encontrar, qué técnica nueva usar, para atraer tan enormes conglomerados humanos? ¿Cómo atraer a una manifestación católica el mar de gente que figura en la fotografía de esta página?... |
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