¿Cómo andan las relaciones entre las religiones después del 11 de Setiembre?
El 11 de Setiembre constituyó una manifestación sumamente odiosa de fanatismo. Era natural que produjese estupefacción e indignación general en todo el mundo civilizado. Se habló insistentemente en una guerra de civilizaciones, entre el mundo occidental y cristiano, de un lado, y el mundo musulmán, de otro. Todo lleva a creer que llegaremos hasta allá, y que una Tercera Guerra Mundial sería la concretización de ello.
Una guerra de civilizaciones en estos términos tendría evidentemente un componente religioso fundamentalmente preponderante, si bien que pueda no ser exclusivo. Otros intereses importantes entrarían en juego.
De cualquier modo, los atentados del 11 de Setiembre parecen haber sido realizados, entre otras cosas, para levantar enormes contingentes del mundo musulmán y unirlos contra Occidente. Esa irrupción y esa unión son hoy mucho más propagadas que antes del 11 de Setiembre, pero sería una exageración afirmar que ellas consiguieron galvanizar a todo el mundo musulmán. Prueba de ello es la fascinación que la prosperidad del mundo occidental aún ejerce sobre aquellos pueblos, en los cuales mucha más gente piensa en emigrar de sus patrias, para usufructuar de esa prosperidad, que levantarse para derrumbarla.
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Los atentados del 11 de Setiembre parecen haber sido realizados, entre otras cosas, para levantar enormes contingentes del mundo musulmán y unirlos contra Occidente | | |
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No obstante, el peligro de que eso suceda es evidente, y sería necesario emplear todos los esfuerzos posibles para conjurarlo. De esto trata la próxima pregunta.
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