¿Qué hace la Iglesia Católica para no politizarse?
Jesucristo respondió a Pilatos que su reino no es de este mundo (cf. Jn. 18, 36). No cabe a la Iglesia, por lo tanto, politizarse ni dejarse politizar. Los que predican esto, hoy en día, son los adeptos de la Teología de la Liberación, que, además, generalmente se dejan intoxicar por los principios marxistas. Y por ello fueron objeto de una censura de la Congregación para la Doctrina de la Fe, durante el pontificado de Juan Pablo II. El término politizar, sin embargo, es muy amplio y podría dar margen a la interpretación errónea de que la Iglesia no tiene que inmiscuirse para nada en los asuntos temporales. Cuando Jesucristo dio la orden a los Apóstoles que predicasen el Evangelio a toda criatura (cf. Mc. 16, 15), evidentemente quería que los hombres se dejasen impregnar de su doctrina, lo que, por lo demás, está explícitamente dicho en el evangelio de San Mateo: “Id, pues, enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, enseñándolas a observar todas las cosas que os mande” (Mt. 28, 19-20).
Pues bien, al orientarse por los preceptos del Evangelio en su vida particular, los hombres naturalmente aplican esos principios a la vida familiar. Y como la familia es la célula básica de la sociedad, los mismos principios se proyectan sobre toda la vida económica, social y política. Entendemos entonces, en el mismo contexto, el diálogo entre Jesús y Pilatos, su vigorosa respuesta: “Sí, yo soy rey. Es para dar testimonio de la Verdad que vine al mundo. Todo el que es de la Verdad, oye mi voz” (Jn. 18, 37). Así, la Iglesia influencia a todos los sectores de la sociedad, pero lo hace sobre todo impregnándolos con los principios del Evangelio, y no tomando Ella misma la dirección política de la sociedad. Sin duda, siempre se admitió un papel especial de la Iglesia en los servicios que son comprendidos hoy por los ministerios de Educación y Salud, pero de la dirección del Estado normalmente se abstuvo. Sólo excepcionalmente, y cuando se lo requería, proporcionó elementos de sus filas para resolver algún impasse en el campo político, del que la historia ofrece algunos ejemplos clásicos. Conviene tener en mente estos principios y estos ejemplos históricos para una apreciación matizada de lo que generalmente se entiende por “politización de la Iglesia”. Además está en la misión de la Iglesia el condenar los desvíos morales, sean ellos individuales o sociales; de una persona, de un grupo o de una nación.
|
Nuestra Señora, modelo de confianza |
¿Qué son los sacramentales? Las noticias que leí a propósito de la declaración Fiducia Supplicans sobre las bendiciones de uniones pecaminosas (divorciados vueltos a casar y homosexuales) decían que se trata de un “sacramental”. ¿Qué se entiende por eso?... | |
María Santísima puede y desea socorrernos Así como somos deudores a Cristo por habernos comunicado en cierto modo su propio derecho para llamar Padre a Dios y tenerle por tal, también le somos deudores de habernos comunicado benignamente el derecho de llamar madre a María Santísima y de tenerla por tal... | |
La gloriosa Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo a los cielos Jesús había terminado su misión en la tierra. Descendido del cielo para predicar el reino de Dios, rescatar a la humanidad caída y fundar la nueva sociedad de los hijos de Dios... | |
¿Qué son los dogmas católicos? Cuando Pío XII proclamó en 1950 el Dogma de la Asunción de María Santísima al Cielo, declaró infaliblemente que Nuestra Señora fue llevada al Cielo en cuerpo y alma. Pero dejó de lado un aspecto que continúa siendo debatido por los teólogos de buena ley, que es saber si Nuestra Señora murió o no inmediatamente antes de la Asunción... | |
¿Debe modificarse la ley humana siempre que se encuentra algo mejor? Está establecido en las Decretales que “es un absurdo y una afrenta detestable permitirse quebrantar las tradiciones que de antiguo hemos recibido de nuestros antepasados”... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino