Palabras del Director Palabras del Director

Estimados amigos:

¿En qué estado se encuentra la educación religiosa de nuestros niños y jóvenes hoy en día? ¿Están siendo formados para cumplir los mandamientos de la ley de Dios o, indefensos ante las tentaciones, se volverán presas fáciles del demonio, el mundo y la carne?

En esta edición presentamos un esbozo de la vida de santa Margarita María Alacoque, que permitirá a padres y madres de familia reflexionar seriamente sobre la educación y formación que dispensan a sus hijos, responsabilidad que por cierto han adquirido ante Dios.

Nacida en Francia en 1647, esta santa es la principal propagadora del culto al Sagrado Corazón de Jesús, siendo considerada una de las mayores místicas de la Iglesia. Su vida heroica es un maravilloso ejemplo para todos los católicos. Desde muy pequeña fue gran devota de la Virgen María y, antes de cumplir la edad de 8 años, su mayor placer consistía en dedicar horas enteras a la oración. Su fe no se amilanó en absoluto al perder a varios hermanos y a su padre, ni cuando su familia pasó por graves dificultades financieras.

Como tantas veces sucede con las almas que buscan la gloria de Dios, no fue bien comprendida por su familia. A los 17 años de edad, su madre deseaba casarla. Margarita María se resistió durante tres años, hasta que finalmente convenció a los suyos de que su corazón y su destino estaban vinculados a Dios. En una época que sufría las consecuencias nefastas de la herejía jansenista, santa Margarita María se convirtió en la fiel difusora de los tesoros del Amor divino, abriendo una nueva era para la piedad católica.

Tal manifestación fue completada por otros mensajes posteriores de la Madre de Dios. Por desgracia, dichos mensajes no fueron correspondidos por la humanidad pecadora.

Pidamos, pues, a la Divina Providencia que intervenga cuanto antes y suscite nuevos santos, capaces de restaurar la civilización cristiana.

En Jesús y María,

El director

Exposición pública de un cuadro Obligación de propagar la fe
Obligación de propagar la fe
Exposición pública de un cuadro



Tesoros de la Fe N°274 octubre 2024


Imprescindible devoción contra la frialdad religiosa
Palabras del Director Obligación de propagar la fe El terror de la píldora abortiva Santa Margarita María Alacoque San Hilarión, el Grande ¿Se puede dar la comunión fuera de la misa? Tipos humanos característicos Exposición pública de un cuadro



 Artículos relacionados
¿En nombre de quién mandó Jesús a bautizar? Si Jesús ordenó a los apóstoles bautizar a las personas que deseaban convertirse al cristianismo usando las palabras “en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, ¿por qué entonces ellos las bautizan en nombre de Jesús, conforme el libro de los Hechos?...

Leer artículo

La fiesta de san Antonio En la festividad de san Antonio, los pastores de Aljustrel sacan sus ovejas a pastar mucho más temprano que otros días y regresan con ellas para encerrarlas a eso de las nueve, a buena hora para oír la misa cantada de las diez...

Leer artículo

Horror demoníaco Estos tres monstruos hieren la sensibilidad natural del hombre. Están en flagrante contradicción con todos los principios de orden, bondad y belleza puestos por Dios en la creación...

Leer artículo

La misericordia de Dios y la intercesión de los santos Oí hablar de un gran criminal que acababa de ser condenado a muerte por unos crímenes horribles. Todo hacía pensar que moriría impenitente. Yo quise evitar a toda costa que cayese en el infierno, y para conseguirlo empleé todos los medios imaginables...

Leer artículo

Niños cibernéticos Todo bebe es un ser racional. Aún antes de nacer, en el seno materno, ahí tenemos un ser racional. Apenas que, como el botón de una rosa, su razón aún no se abrió, ni la racionalidad está actuante. Sin embargo, poco a poco, con el paso de los años, la flor de la razón se irá abriendo en busca de la luz intelectual, hasta que el niño pueda tener un conocimiento suficientemente claro de las cosas y, por lo tanto, sea responsable de sus actos...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino