Del mismo modo que el Símbolo de los Apóstoles es el compendio de todo lo que es necesario creer, el Decálogo, o los diez mandamientos de Dios, son el compendio de todo lo que es necesario practicar para salvarse. “Si quieres entrar en la vida eterna —dice el Salvador— guarda los mandamientos” (Mt 19, 17). Esta palabra decálogo significa palabra o ley compuesta de diez artículos, que se llaman los diez mandamientos. Esta es la ley que Dios ha impuesto a su criatura racional. Esta ley, que desde el principio había sido grabada por el Creador en el fondo de la naturaleza humana, fue promulgada más tarde, con mayor solemnidad al pueblo de Israel por el ministerio de Moisés; y por último, en la plenitud de los tiempos ratificada por Jesucristo, quien le dio su última perfección, y la confió a la Iglesia, para que la propusiese a los fieles. La promulgación mosaica se hizo sobre el monte Sinaí, con gran aparato de terror, en medio de truenos y relámpagos; la ratificación cristiana tuvo lugar sobre la montaña de las Bienaventuranzas en un principio, y después sobre la montaña de Sión, cuando la bajada del Espíritu Santo, en medio de las efusiones de la caridad divina. Los diez mandamientos son la expresión de la verdad práctica, del orden o de la justicia, según la cual todo hombre está obligado a vivir sobre la tierra. La justicia de los mandamientos de Dios y la obligación de observarlos se fundan, 1. sobre la voluntad de Dios, que es la regla de toda bondad moral; 2. sobre nuestra naturaleza, y sobre nuestras relaciones con Dios y con los demás hombres; y, 3. sobre los intereses bien entendidos de cada hombre en particular, y de todo el género humano. Los diez mandamientos obligan a todos los hombres sin excepción y no hay poder en la tierra que pueda dispensar del cumplimiento de ninguno de ellos. F. X. Schouppe SJ, Curso abreviado de Religión, Librería de la viuda de Ch. Bouret, París-México, 1906, p. 358-359.
|
Sagrado Corazón de JesúsRemedio para un mundo en crisis |
La Virgen María: el camino más rápido y seguro para llegar a Jesucristo El objeto de toda piedad verdadera es dar gloria a Dios y conducir al hombre a la virtud. Para ambos fines, que de hecho se confunden, la devoción al Corazón Inmaculado de María es un verdadero don de la Providencia... | |
“Se hicieron abominables, como aquellas cosas que amaron” Nuestro primer grabado muestra una “cabeza”, un mármol de 35,5 cm de altura expuesto en el Museo del Louvre. Proviene de Amorgos, en el archipiélago griego de las Cícladas. Es un ídolo de la época prehelénica... | |
La Candelaria de Cayma A raíz de una terrible epidemia de cólera que devastaba a la población, se acordó traer en su socorro a la imagen de la Candelaria de Cayma y fue tan sólo pasearla por la ciudad que la mortandad cesó. Por lo que se hizo costumbre, bajarla todos los años en esa fecha, 28 de agosto, fiesta de San Agustín... | |
Nuestra Señora de Guadalupe Bellísima imagen de madera policromada, vestida y con cabellera, de unos 70 cm. de alto, de rostro muy agraciado y devoto, así como el Niño Dios, que sostiene en su mano izquierda mientras que con la diestra lo estrecha amorosamente contra su pecho... | |
¿Por qué Johnny no puede jugar a “policías y ladrones”? El pequeño Johnny tiene problemas para leer y escribir. Padece de pobres habilidades sociales y se enfrenta al asalto de su inocencia, debido a la influencia destructiva de los libros de terror y las drag queens. Pero cuando regrese al colegio, puede enfrentarse a otro peligro…... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino