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Superioridad de la tradición y del espíritu sobre la materia Plinio Corrêa de Oliveira En este cuadro, la reina de Francia María Antonieta (1755-1793) sostiene una rosa con tanto arte, que parece estar mostrando la flor a quien contempla el cuadro, pero en realidad está diciendo: Mírame y percibe cómo la rosa es un símbolo de mí misma.
Se nota en ella no la fuerza, ni la cantidad, sino la calidad y la categoría. Ella no tiene los esplendores de la fuerza, sino las superioridades de la fragilidad refinada. Alta categoría, alta tradición, alta ascendencia, alto pasado histórico representado en una persona fragilísima. Sin embargo, en su fragilidad muestra la fuerza de aquello que representa. Ella casi que se burla y graceja con la fuerza, afirmando: Ved, físicamente soy toda esta fragilidad, pero soy todo esto porque represento principios. En el fondo, esto contiene una doctrina: el hombre vale mucho más por el alma que por el cuerpo. Vale mucho más por la suma del pasado con el presente, en cuanto que puede florecer en un futuro, que simplemente en un instante de la vida. ¿Dónde está representada la fuerza? En ella nada es blando o suelto. El cuerpo entero está tenso y erecto, nada se muestra en posición cómoda, sobre todo la cabeza. El cuello alto se levanta, ella mira de arriba, pero sin arrogancia. Miraría así hasta un edificio de 80 pisos, que comparado con ella se reduciría al tamaño de una caja de fósforos. Causa escalofríos pensar que ese cuello sería guillotinado. Los revolucionarios lo cortaron, pensando que disminuirían a la persona. Sin embargo, la figura de María Antonieta quedó proyectada para siempre jamás, y hasta el fin del mundo se hablará de ella. Cuando alguien es víctima de cierta forma de brutalidad contra el derecho, la tradición y la fragilidad noble, adquiere la apariencia de haber sufrido el martirio, crece desmedidamente y permanece indeleble. Las pretensiones de la fuerza y de la materia, de nada valen contra quien representa el espíritu. La superioridad de la tradición y del espíritu está representada en esta mentalidad, que así se afirma: “Sé bien lo que yo soy. Soy lo que soy”.
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María en el Dogma Fecit mihi magna qui potens est |
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Las manifestaciones públicas en honor al Santísimo Sacramento La primera objeción al dinero gastado en estas grandes manifestaciones fue la misma que presentó Judas cuando María Magdalena derramó un bálsamo precioso sobre los pies del Señor: “¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres?”... |
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Grandeza del nombre “Amigo de la Cruz” No hay, en este “valle de lágrimas” que es la vida terrena, hombres a los cuales no haya sido destinada una cruz, sean buenos o malos. El Divino Redentor nos convida a cargar generosamente nuestra cruz, como Él mismo lo hizo de modo sublime... |
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Tu fe te ha salvado Los hechos referentes a nuestro Divino Salvador que hasta ahora hemos relatado nos lo dan a conocer, especialmente, como hombre. Pero los milagros nos lo dan a conocer como Dios, puesto que, siendo los milagros efectos que superan a toda fuerza creada, no pueden venir sino de Dios, único Ser que no ha sido creado, único Ser omnipotente y Señor de todas las cosas y único que, por consiguiente, puede suspender las leyes de la naturaleza... |
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