¿Qué tengo yo, Señor Jesús, que tú no me hayas dado? ¿Qué sé yo, que tú no me hayas enseñado? ¿Qué valgo yo, si no estoy a tu lado? ¿Qué merezco yo, si a ti no estoy unido? ¡Perdóname los yerros que contra ti he cometido! Pues me creaste sin que lo mereciera; y me redimiste sin que te lo pidiera. Mucho hiciste en crearme, mucho en redimirme, y no serás menos generoso en perdonarme. Pues la mucha sangre que derramaste y la acerba muerte que padeciste, no fue por los ángeles que te alaban, sino por mí y demás pecadores que te ofenden. Si te he negado, déjame reconocerte; si te he injuriado, déjame alabarte; si te he ofendido, déjame servirte; porque es más muerte que vida, la que no está empleada en tu santo servicio. Amén.
P. Mateo Crawley-Boevey SS CC (1875-1961)
|
![]() El Santo Rosario ¿Cómo rezarlo bien y sin distracciones? |
![]() |
Felicidad, sufrimiento y amor de Dios “Permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud” (Jn 15, 9-11)... |
![]() |
Rothenburg La sociedad en la Edad Media se dividía en tres clases. La más alta de ellas era el Clero, porque estaba constituida por personas consagradas a Dios, integrantes de la estructura de la Iglesia Católica Apostólica Romana... |
![]() |
San Francisco de Fátima Todo parece indicar que el motivo principal de las apariciones de la Virgen en Fátima, Portugal, en 1917, fue proclamar el triunfo de su Inmaculado Corazón... |
![]() |
Lourdes: milagros físicos para el bien de las almas Las peores enfermedades, los males más grandes, los sufrimientos más horrendos, la Santísima Virgen los puede curar... |
![]() |
¿Qué sería de la sociedad si todos fueran igualmente ricos? De las desigualdades que vemos en este mundo entre pobres y ricos, forman los enemigos de la piedad un argumento especioso en contra de la divina Providencia... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino