Tema del mes Oración Abrasada

S. Luis Mª Grignion de Montfort

Acuérdate de tu congregación. A Vos solo es a quien toca el formar, por vuestra gracia, esta Congregación; si el hombre pone en ello él primero la mano, nada se hará; si mezcla de lo suyo con Vos, lo echará a perder todo, lo trastornará todo.

Es vuestra obra, Dios soberano: haced vuestra obra, totalmente divina: juntad, llamad, reunid de todos los términos de vuestro dominio a vuestros elegidos, para hacer con ellos un cuerpo de ejército contra vuestros enemigos.

Ved, Señor, Dios de los ejércitos, los capitanes que forman compañías completas; los potentados que levantan ejércitos numerosos; los navegantes que arman flotas enteras; los mercaderes que se reúnen en gran número en los mercados y en las ferias. ¡Qué de ladrones, de impíos, de borrachos y de libertinos se unen en tropel contra Vos todos los días, y tan fácil y prontamente! Un silbido, un toque de tambor, una espada embotada que se muestre, una rama seca de laurel que se prometa, un pedazo de tierra roja o blanca que se ofrezca; en tres palabras, un humo de honra, un interés de nada, un miserable placer de bestias que esté a la vista, reúne al momento ladrones, agrupa soldados, junta batallones, congrega mercaderes, llena las casas y los mercados y cubre la tierra y el mar de muchedumbre innumerable de réprobos, que, aun divididos los unos de los otros por la distancia de los lugares o por la diferencia de los humores o de su propio interés, se unen no obstante todos juntos hasta la muerte, para haceros la guerra bajo el estandarte y la dirección del demonio.

Y por vos, Dios soberano, aunque en serviros hay tanta gloria, tanta dulzura y provecho, ¿casi nadie tomará vuestro partido? ¿Casi ningún soldado se alistará bajo vuestras banderas? ¿Ningún San Miguel gritará de en medio de sus hermanos por el celo de vuestra gloria: ¿Quién como Dios? ¡Ah!, permitidme ir gritando por todas partes: ¡Fuego, fuego, fuego! ¡Socorro, socorro, socorro! ¡Fuego en la casa de Dios! ¡Fuego en las almas! ¡Fuego en el santuario! ¡Socorro, que se asesina a nuestros hermanos! ¡Socorro, que se degüella a nuestros hijos! ¡Socorro, que se apuñala a nuestro padre!

A mí quien esté por el Señor (Ex 32, 26): que todos los buenos sacerdotes repartidos por el mundo cristiano, sea que actualmente se hallen combatiendo o que se hayan retirado de la pelea a los desiertos y soledades; que todos esos buenos sacerdotes vengan y se junten con nosotros; la unión hace la fuerza: para que formemos, bajo el estandarte de la Cruz, un ejército bien ordenado en batalla y bien regido para acometer de concierto a los enemigos de Dios, que han tocado ya alarma: Bramaron, rechinaron, se amotinaron, son muchos.

Rompamos sus coyundas, sacudamos su yugo. El que habita en el cielo sonríe (Sal 2, 3-4).

¡Álcese Dios y sus enemigos se dispersarán! (Sal 67, 2)

Despierta, Señor, ¿por qué duermes? ¡Levántate! (Sal 43, 24)

Señor, levantaos; ¿por qué parecéis dormir? Levantaos en vuestra omnipotencia, vuestra misericordia y vuestra justicia, para formar una Compañía escogida de guardias de corps, que guarden vuestra casa, defiendan vuestra gloria y salven vuestras almas, a fin de que no haya sino un rebaño y un pastor y que todos os rindan gloria en vuestro templo: En su templo un grito unánime: ¡Gloria! Amén (Sal 28, 9) 

Doctor, profeta y apóstol de la crisis contemporánea Las parábolas de Jesús
Las parábolas de Jesús
Doctor, profeta y apóstol de la crisis contemporánea



Tesoros de la Fe N°172 abril 2016


Tricentenario: San Luis María Grignion de Montfort
Nº 172 – Abril de 2016 – Año XV El martirio de María Falsa noticia sobre Lourdes Una mañana del Conde de Lemos El monstruoso y fracasado experimento de los gemelos Reimer Ideología de Género Doctor, profeta y apóstol de la crisis contemporánea Oración Abrasada Las parábolas de Jesús ¿Jesucristo podría haber tenido una vida humana? El Tirol: tesoro de Europa central



 Artículos relacionados
“¿Te lastimaste, hijo mío?” Es de Émile Faguet si no me equivoco, el siguiente apólogo: alguna vez hubo un joven dilacerado por una situación afectiva crítica. Quería con toda el alma a su graciosa esposa. Y tributaba afecto y respeto profundos a su propia madre...

Leer artículo

Capítulo 9: El gran milagro El milagro que ocurrió en Cova da Iria el 13 de octubre de 1917, cuando el sol “bailó” en el cielo —para usar la expresión de un periódico de la época—, fue un acontecimiento extraordinario de proporciones bíblicas comparable al de Josué deteniendo el sol o Moisés dividiendo las aguas del Mar Rojo para que los judíos pudieran cruzarlo con los pies secos...

Leer artículo

Criterios básicos para el voto electoral de un católico En vista de las próximas elecciones regionales y municipales que se desarrollarán en el Perú el domingo 2 de octubre, esta columna ha recibido las más variadas consultas al respecto...

Leer artículo

Abuso de la Misericordia Divina Dice San Agustín que de dos maneras engaña el demonio a los cristianos; a saber: desesperando y esperando. Después que el hombre ha cometido muchos pecados, el enemigo le incita a desconfiar de la misericordia de Dios, haciéndole ver el rigor de la justicia divina...

Leer artículo

Oración a Nuestra Señora de Fátima compuesta en 1927 Virgen Inmaculada, que por vuestro santo Rosario extinguisteis otrora en el seno de la Iglesia la nefasta herejía de los Albigenses, por él liberasteis a la Cristiandad del peligro musulmán y robustecisteis la piedad de los fieles...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino

×