El deseo desenfrenado de placeres, enervando las fuerzas del alma y corrompiendo las buenas costumbres, destruye poco a poco la conciencia del deber. De hecho, son siempre más numerosos los que, hoy en día, atraídos por los placeres del mundo, nada abominan más vivamente, ni evitan con mayor atención, que los sufrimientos que se presentan o las aflicciones voluntarias del alma o del cuerpo, y que se comportan habitualmente, según las palabras del Apóstol, como enemigos de la Cruz de Cristo. Ahora bien, nadie puede alcanzar la bienaventuranza eterna si no renuncia a sí mismo, no carga su cruz y no sigue a Jesucristo.
Pío XI, Carta Magna Equidem, del 2 de agosto de 1924 (AAS, v. 16, pp. 362-365).
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Contemplación. Algo mucho más fácil y natural de lo que se imagina |
La santidad excelsa del matrimonio cristiano OBSERVANDO CON PATERNALES MIRADAS el mundo entero desde esta como apostólica atalaya, sino también vosotros, Venerables Hermanos, contempláis y sentidamente os condoléis con Nos de que muchos hombres, dando al olvido la divina obra de dicha restauración... | |
Ventajas de la indisolubilidad Cuántos y cuán grandes beneficios se derivan de la indisolubilidad del matrimonio, no podrá menos de ver el que reflexione, aunque sea ligeramente, ya sobre el bien de los cónyuges y de la prole, ya sobre la utilidad de toda la sociedad humana. Y, en primer lugar, los cónyuges en esta misma... |
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