SOS Familia ¡Las palabras mueven, los ejemplos arrastran!

Esta sentencia era frecuentemente citada por Plinio Corrêa de Oliveira a fin de recordar la importancia de los buenos ejemplos, los cuales persuaden mucho más eficazmente que las palabras. Para esta sección, dedicada a la familia católica, tal proverbio es de un valor capital, pues los hijos son reflejo de los padres; así como hayan sido los padres, así serán normalmente los hijos.


En la noche de Navidad, campesinos pobres ofrecen regalos a una familia de mendigos itinerantes, Ferdinand Georg Waldmüller, 1854 – Museo Provincial de Styria, Graz, Austria.

De la Encíclica Divini Illius Magistri, de Pío XI, del 31 de diciembre de 1929:

“El primer ambiente natural y necesario de la educación es la familia, destinada precisamente para esto por el Creador. Por esta razón, normalmente, la educación más eficaz y duradera es la que se recibe en una bien ordenada y disciplinada familia cristiana; educación tanto más eficaz cuanto más claro y constante resplandezca en ella el buen ejemplo, sobre todo de los padres y el de los demás miembros de la familia.

“No es nuestra intención tratar aquí particularmente, aunque sólo fuese recorriendo los puntos principales, de la educación doméstica. [...] Queremos, sin embargo, llamar de un modo especial vuestra atención, venerables hermanos y amados hijos, sobre la deplorable decadencia actual de la educación familiar. A los oficios y a las profesiones de la vida temporal y terrena, que son ciertamente de menor importancia, preceden largos estudios y una cuidadosa preparación; en cambio, para el oficio y el deber fundamental de la educación de los hijos están hoy día poco o nada preparados muchos de los padres, demasiado sumergidos en las preocupaciones temporales. [...]

“Conjuramos, por tanto, en nombre de Jesucristo, a los pastores de almas para que empleen todos los medios posibles, instrucciones, catequesis, sermones y escritos de amplia divulgación, que adviertan no teórica, sino prácticamente a los padres cristianos sobre sus gravísimos deberes en la educación religiosa, moral y cívica de sus hijos y les enseñen los métodos más convenientes para realizar eficazmente esta educación, supuesto siempre, como es natural, el ejemplo personal de su vida”.

La autoridad de los padres debe atender, por encima de todo, la recta educación de los hijos

“Sepan, pues, los padres y todos los educadores de la juventud usar rectamente la autoridad que les ha dado Dios, de quien son realmente vicarios, no para su propio provecho, sino para la recta educación de los hijos en el santo y filial «temor de Dios, principio de la sabiduría» (Sal. 110 [111], 10; Ecl. 1,.16) el cual es el único fundamento sólido del respeto a la autoridad y sin el cual no puede subsistir ni el orden, ni la tranquilidad, ni el bienestar en la familia y en la sociedad” (Pío XI, Divini Illius Magistri, in www.vatican.va, nº 55-58).

Una mala influencia o descuido pueden producir consecuencias para el resto de la vida del niño

De la alocución de Pío XII a las damas de la Acción Católica, el 26 de octubre de 1941:

“Si San Gregorio Magno no dudó en llamar a todo gobierno de las almas ars artium, el arte de las artes, (Regula pastoralis, 1. I, c. 1: Migne PL, t. 77, col. 14) es ciertamente arte difícil y laboriosa la de formar bien las almas de los niños, almas tiernas, inclinadas a deformarse, ya por una impresión incauta, ya por una falaz excitación, almas entre las más difíciles y más delicadas de guiar, y que una influencia funesta o un culpable descuido pueden dejar huellas indelebles y malignas, mucho más fácilmente que en la cera. ¡Afortunados aquellos niños que encuentran en su madre junto a la cuna un segundo ángel custodio para la inspiración y el camino del bien!” (Pío XII, Davanti a questa, Documentos Pontificios, nº 61, Vozes, Petrópolis, 1953, pp. 4-5).    



“Estos corderos de Dios pueden morder”... Recen el rosario todos los días
Recen el rosario todos los días
“Estos corderos de Dios pueden morder”...



Tesoros de la Fe N°89 mayo 2009


Recemos el Rosario para honrar a la Santísima Virgen
“Estos corderos de Dios pueden morder”... ¡Las palabras mueven, los ejemplos arrastran! Recen el rosario todos los días ¿Por qué estudiar la Religión? (III) San Gregorio VII ¿Cuál es la relación entre fe y razón? “Todo se refleja en los ojos: cólera, miedo, afecto o alegría”



 Artículos relacionados
Familia numerosa, una bendición de Dios La experiencia demuestra que, habitualmente, la vitalidad y la unidad de una familia están en natural relación con su fecundidad. Cuando la prole es numerosa, los hijos ven al padre y a la madre como dirigentes de una colectividad humana ponderable, tanto por el número de los que la componen como —normalmente— por los apreciables valores religiosos, morales, culturales y materiales inherentes a la célula familiar, lo que cerca a la autoridad paterna y materna con una aureola de prestigio...

Leer artículo

¿Qué sucede cuando se viola la ley de Dios en la familia? En la presente edición, reproducimos algunos documentos pontificios que muestran los graves trastornos que afectan terriblemente a toda la sociedad, cuando no se cumplen los preceptos divinos en la institución familiar...

Leer artículo

“¡No!” ¿Por qué no? Quien trate de satisfacer todas las necesidades del niño y evitarle cualquier sufrimiento, está equivocado; sólo generará una criatura infeliz y mal adaptada. Poner límites a los hijos les obligará a adaptarse, desde muy temprana edad, a circunstancias no esperadas y, en consecuencia, a buscar alternativas...

Leer artículo

Una sociedad natural anterior al Estado No es el Estado el que está en el origen de la familia, sino al contrario: la familia, semilla del cuerpo social, puede subsistir sin el Estado, pero éste no se mantiene sin aquella. «La base de las sociedades civiles —enseña el papa León XIII— es la familia, y en gran parte, en el hogar doméstico se prepara el porvenir de los Estados»...

Leer artículo

Pedagogía católica:el deber de la corrección De los escritos del santo «patrono de los educadores cristianos» extraemos estas finas meditaciones para uso de cuantos se dedican a la educación de la juventud, en las que se trata sobre la obligación de reprender y corregir las faltas que cometen aquellos de cuya instrucción están encargados...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino

×