Estimados amigos: ¡No dejemos que la Navidad muera! Particularmente este año en el que, a pretexto de la pandemia, se anuncian suspensiones o restricciones a las bellas y tradicionales ceremonias navideñas, debemos consagrar una especial dedicación y amor a las celebraciones en honor del Niño Dios. En este sentido, y con el fin de ayudar a nuestros lectores en una fructífera meditación junto al pesebre —que recomendamos encarecidamente se instale en cada hogar, como en antaño—, publicamos en este número tres artículos relacionados con la conmemoración de la Natividad de nuestro divino Salvador. En el más profundo de ellos, Plinio Corrêa de Oliveira comenta una inspiradora jaculatoria: “Corazón de María, donde se formó la sangre de Jesucristo Redentor”. El autor considera la sublime e insondable unión entre la Santísima Virgen y su Divino Hijo en la bendita noche de Navidad, y expone cómo nosotros, acercándonos a María, nos aproximaremos al Niño Jesús. Los demás textos incluyen: la narración de preciosas costumbres navideñas (como el “pudding” real inglés); y los populares villancicos, que muestran la unidad presente en la variedad de canciones con las que cada pueblo alaba al Divino Infante según su peculiar manera. La dramática situación en la que nos encontramos en este final de año contiene una invitación a dirigirnos especialmente a la Sagrada Familia, poniendo a sus pies nuestras súplicas por la urgente victoria de la Iglesia y de la cristiandad, hoy tan amenazada por la autodemolición. Al expresarle nuestros mejores deseos en esta Navidad, los hacemos extensivos a cada familia: Que Dios, por la mediación de su Santísima Madre, los bendiga e ilumine en sus múltiples emprendimientos a lo largo del Año Nuevo. En Jesús, María y José, El Director
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![]() En la Nochebuena Auge de la unión entre Jesús y María |
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Las voces de todas las criaturas ¡Oh!, si tuvieses oídos para entender las voces de las criaturas, sin duda verías cómo todas ellas a una te dicen que ames a Dios... |
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San Miguel: Príncipe de la Milicia celestial, poderoso escudo contra la acción diabólica El profeta Daniel lo denomina “Miguel, el gran príncipe, el defensor de los hijos de tu pueblo”, es decir, los hijos de la Iglesia, heredera en el Nuevo Testamento del pueblo de Israel. Por eso, tanto la Santa Iglesia como la mayoría de las naciones cristianas lo han hecho su patrono... |
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Nadie puede servir a dos señores Quienes buscan servir a dos señores son mucho más peligrosos y más funestos que los enemigos declarados, no sólo porque los secundan en sus esfuerzos, sino también; porque toman una apariencia de integridad y de doctrina irreprochable... |
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La era futura o Reino de María, llegará a través de la Divina Misericordia El Corazón Misericordioso de Jesús y el Corazón Inmaculado de María forman como que un solo corazón a la hora de interceder por la salvación de los hombres... |
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El último Cuerpo Militar nobiliario de la historia El marqués Giulio Patrizi di Ripacandida (foto central) fue el último Coronel Ayudante del Comandante de la Guardia Noble Pontificia, el cuerpo militar de los hidalgos italianos dedicado a la seguridad del Papa, disuelto en 1970 junto con el resto de la Corte Pontificia... |
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