Estimados amigos: En abril de 1985, me encontraba en Cusco acompañando a la Imagen Peregrina Internacional de Fátima, cuando me llegó una tarjetita, que hasta ahora conservo, de la Priora del Monasterio de Santa Teresa invitándonos del modo más encantador a visitarles. Algunos meses después, conversé con la Priora del Monasterio de Nuestra Señora del Carmen, en Barrios Altos. Me contó pormenores del incendio que habían sufrido. Una anciana religiosa ciega, no pudo ser evacuada a tiempo. El médico que la atendió, al constatar la gravedad de las quemaduras, le dijo: "Hermana, por qué no grita", y ella le respondió: "Para qué, si ya se lo he ofrecido a Jesús". En su Libro de las Fundaciones, Santa Teresa de Jesús refiere el encuentro que tuvo con un fraile franciscano venido de América, que contó de millones de almas que aquí se perdían por falta de doctrina; brotando en La Madre un ardiente deseo de salvar aquellas almas. En su angustia Nuestro Señor se le apareció y le dijo: "Espera un poco, hija, y verás grandes cosas". Pasarían algunas décadas hasta que, finalmente, el 17 de diciembre de 1643 las primeras carmelitas descalzas arribaran a Lima. Desde entonces se han extendido por todo el país, fundando una veintena de conventos. Con Fray Luis de León, puedo decir que he conocido a Santa Teresa en las dos imágenes vivas que nos dejó: sus libros y sus hijas quienes "ponen en ejecución la más alta y más generosa filosofía que jamás los hombres imaginaron". El próximo 28 de marzo se conmemora el V Centenario del nacimiento de Teresa de Cepeda y Ahumada, mística incomparable, alma del Carmelo y de la Contrarreforma. En cuyo homenaje ofrecemos el presente número. En Jesús y María,
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Santa Teresa de Jesús V Centenario de su nacimiento (1515-2015) |
¿Cuántos destinos eternos existen? Si el cielo será un lugar de eterna felicidad para los que se salvarán y el infierno de tormento sin fin para los que se condenarán, ¿cómo deshacer la duda de que tendremos “tres” destinos luego del juicio universal?... | |
¿Qué eres Dios mío? ¿Qué eres, pues, Dios mío? ¿Qué eres, vuelvo a preguntarte, sino el Señor Dios? Porque, ¿quién es Dios fuera del Señor, quién es Roca fuera de nuestro Dios?... | |
Hacer de los enemigos de la Iglesia mis propios enemigos personales COMO HOMBRE CELOSO en defender la integridad de la fe,[San Jerónimo] luchó denodadamente contra los que se habían apartado de la Iglesia, a los cuales consideraba como adversarios propios: “Responderé brevemente que jamás he perdonado a los herejes y que he puesto todo mi empeño en hacer de los enemigos de la Iglesia mis propios enemigos personales”... | |
La fachada de la Catedral de Sevilla En la Catedral de Sevilla llaman la atención las dos torres laterales muy ornamentadas. Entre ellas, se nota un espacio con fondo claro y un enrejado muy bonito de ojivas y rosetones que establecen el contraste de lo muy simple con lo muy ordenado... | |
Capítulo 4: El Corazón Inmaculado: el camino que conduce a Dios El cambio en Francisco y Jacinta fue tan extraordinario que, a pesar de sus cortas vidas, pueden ser comparados con los grandes santos penitentes... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino