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San José, Esposo de la Santísima Virgen, de estirpe real y obrero
En el día del trabajo, nada mejor que recordar a San José, esposo de la Santísima Virgen, carpintero de Nazareth, modelo de padre y de trabajador. |
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San Atanasio Obispo, Confesor y Doctor de la Iglesia
Gran defensor de la fe contra la herejía arriana. Exiliado cinco veces por emperadores favorables a los heresiarcas, soportó toda una serie de calumnias de sus enemigos. |
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San Felipe, Apóstol y Mártir
San Felipe dejó la casa, mujer e hijos en Betsaida para seguir a Nuestro Señor, siendo martirizado en Hierápolis, en la región de Frigia (Asia Menor). |
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Santiago el Menor, Apóstol y Mártir
Santiago el Menor, primo de Nuestro Señor, fue el primer Obispo de Jerusalén, donde sufrió el martirio. |
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San Roberto Lawrence, Abad, Mártir
Abad de la cartuja de Beauvale, en Nottinghamshire. Habiendo rehusado firmar el Acta de Supremacía, por el cual el rey herético Enrique VIII se nombraba cabeza de la Iglesia en Inglaterra, fue bárbaramente torturado y ahorcado. |
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San Hilario de Arles, Obispo
De familia pagana, de la alta nobleza, ejerciendo elevado cargo en el gobierno, renunció a todo cuando fue convertido por su pariente San Honorato, a quien siguió en el monasterio de Lérins y le sucedió después en el obispado de Arles. |
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San Juan Apóstol, en la Puerta Latina
El emperador Domiciano lo hizo lanzar, a los 90 años, en una caldera de aceite hirviente junto a la Puerta Latina, en Roma, pero el Apóstol virgen salió rejuvenecido. Fue entonces desterrado para la isla de Patmos, siendo el único Apóstol que no murió mártir. |
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San Juan de Beverly, Obispo
Monje benedictino y después obispo de York, donde sucedió a San Bosa. Notable por su contemplación continua, santidad de vida y don de milagros, tuvo su biografía escrita por San Beda, el Venerable, a quien ordenara sacerdote. |
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San Pedro de Tarantesia, Obispo y Confesor
Entró en el monasterio cisterciense de Bonnevaux. Nombrado arzobispo de Tarantesia, reformó la disciplina eclesiástica, sustituyó el clero corrupto de su catedral por canónigos regulares y desapareció, para ser hermano lego en un convento de Suiza. Encontrado, tuvo que reasumir sus funciones. |
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Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo
Terminada la obra de la Redención, Jesucristo en cuanto hombre y por su propio poder, subió en cuerpo y alma al cielo; pues en cuanto Dios nunca faltó de él. Y que está colocado en un lugar igual al del Padre en cuanto Dios, y de mayor preferencia que el de todos los justos y espíritus bienaventurados, en cuanto hombre |
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San Pacomio
Pacomio fue un soldado romano del siglo IV. Se convirtió al cristianismo en el transcurso de un viaje a Alejandría, altamente impresionado por las buenas cualidades que pudo ver entre los cristianos de aquellas tierras, en especial la caridad. Fue entonces cuando decidió retirarse como ermitaño para llevar una vida de oración y austeridad. |
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San Antonino de Florencia, Obispo y Confesor
Antonio, conocido por el diminutivo por causa de su pequeña estatura, se tornó célebre por su doctrina y obras. Defendió el Papado en el Concilio de Basilea y la sana doctrina católica en el de Florencia, contra los autores del cisma griego. |
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San Francisco de Jerónimo, Confesor
Predicador popular jesuita, pasó la vida evangelizando el sur de Italia, donde sus sermones atraían multitudes. "Mostró maravillosa caridad y paciencia en procurar la salvación de las almas" (del Martirologio Romano). |
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Santos Nereo, Aquileo y Pancracio - Mártires
"Todos los caminos conducen a Roma" dice un proverbio, y de Roma parten algunas de las más célebres vías del mundo, como las vías Ardeatina y Aurelia, sobre las cuales fueron sepultados los mártires Nereo, Aquileo y Pancracio. San Pancracio, un jovencito romano de sólo 14 años, fue martirizado bajo el reinado de Diocleciano (siglo IV), por declararse creyente y partidario de Nuestro Señor Jesucristo: es patrono de la Juventud de Acción Católica, y se le han dedicado iglesias y monasterios. |
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Nuestra Señora de Fátima
Primera aparición de Nuestra Señora en Fátima, en 1917, a Lucía, Francisco y Jacinta. |
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San Matías, Apóstol y Mártir
Uno de los 72 Discípulos de Cristo, fue electo a la suerte para sustituir al infame traidor Judas Iscariote en el Colegio Apostólico (antiguamente su celebración era el día 24 de febrero). |
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San Isidro - Labrador
Nació en Madrid hacia el año 1080. Isidro se hizo santo labrando la tierra. La pobreza de la familia lo había obligado a buscar trabajo en el campo desde muy joven. Se levantaba a la madrugada para poder asistir a la santa misa antes de ir a trabajar. Fue víctima de la envidia de los otros trabajadores, que no toleraban verlo rezar arrodillado antes de trabajar la tierra, acusándolo de "ausentismo". Juan Vargas, hacendado que lo contrató, quiso darse cuenta personalmente y se escondió cerca del campo. En efecto, lo sorprendió arrodillado rezando, pero también vio a un ángel que manejaba el arado y a otro que guiaba los bueyes. Desde ese día, la estimación se convirtió en devoción. Murió hacia el año 1130. Felipe II, atribuyendo su curación a la intercesión del santo campesino, del que se había hecho llevar algunas reliquias, se convirtió en el más celoso promotor de su canonización que aunque se demoró, fue una verdadera apoteosis. |
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San Simón Stock
Prior General de la Orden del Carmen. En una hora de grandes persecuciones contra su Orden, este santo carmelita recibió de la Santísima Virgen el Escapulario símbolo de protección y eterna alianza |
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San Pascual Baylón, Confesor
Hermano lego franciscano, de pureza angélica, pasaba horas delante del Santísimo Sacramento. Recibió allí la profunda ciencia con que refutaba a los herejes y explicaba sabiamente los misterios de nuestra fe. |
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San Juan I, Papa y Mártir
Aprisionado por Teodorico, rey arriano de Italia, por causa de su fe católica, fue largamente afligido en la prisión hasta morir. Su cuerpo fue llevado a Roma y enterrado en la basílica de San Pedro (del Martirologio Romano). |
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San Félix de Cantalicio, Confesor.
Hermano lego capuchino, amigo de San Felipe Neri, durante 40 años pidió limosna en las calles de Roma para su convento. "El sufrimiento es una gracia de Dios", decía, "y los dolores, rosas del Cielo". |
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Pentecostés
El Padre ama necesaria e infinitamente al Hijo, y el Hijo ama con esta misma intensidad al Padre, y el Padre y el Hijo amándose necesariamente sin poder dejar de amarse con este amor infinito, producen un término eterno de su amor, llamado Espíritu Santo, Espíritu Paráclito, la tercera Persona, distinta realmente de las dos primeras; pero inseparable de ellas, eterno, infinito, Dios como el Padre y el Hijo, de quienes procede por cierta espiración de la voluntad o del amor, de donde toma el nombre de Espíritu Santo. |
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San Pedro Celestino V, Papa
Su nombre de pila fue Pietro Angeleri di Murrone, ingresó, en 1232, como monje benedictino en el monasterio de Santa Maria in Faifoli. Papa n.º 192 de la Iglesia Católica, elegido por aclamación el 4 de abril de 1294, a los 80 años, y el 13 de diciembre del mismo año renunció al pontificado. Se retiró al monte Maiella, en donde fundó en 1246 la primera comunidad ermitaña, aprobada por Urbano IV en 1263. Para defender la nueva orden de los Hermanos del Espíritu Santo (más conocidos como Celestinos), Pietro di Murrone no dudó en ir al Concilio de Lyon en 1274, en donde obtuvo la reconfirmación por parte del Papa Gregorio X. Murió el 19 de Mayo de 1296. Clemente VI lo proclamó santo el 5 de mayo de 1313. |
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San Bernardino de Siena, Confesor
Astro luminoso para toda Italia por su doctrina y santidad (del Martirologio), difundió la devoción al Santo Nombre de Jesús, convirtiendo muchas almas y aplacando discordias civiles. Fue un precursor de las reformas adoptadas más tarde por los concilios de Letrán y Trento. |
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San Andrés Bobola, Mártir
Oriundo de una de las más antiguas familias de Polonia, entró en la Compañía de Jesús, dedicándose a la predicación en Lituania y después en Polonia. Fue martirizado por cosacos rusos cismáticos con tales requintes de maldad que la Sagrada Congregación de los Ritos afirma haber sido el martirio más cruel que se haya presentado a dicha Sagrada Congregação. |
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Santa Rita de Casia
Durante 18 años soportó las asperezas e infidelidades de un marido de carácter brutal, a quien convirtió con su paciencia y espíritu sobrenatural. Habiendo sido asesinado, pidió a Dios la muerte de los hijos, que querían vengar la del padre. Después de la muerte del marido y de los hijos, entró al convento de las agustinas, donde recibió en la frente una de las espinas de la corona del Salvador. Obró tantos milagros, que pasó a ser conocida como la "abogada de las causas perdidas" y "santa de los imposibles". |
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Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
La Fiesta de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote fue introducida en 1973, en España, y luego se extendió rápidamente por varias naciones. Siempre es celebrada el jueves siguiente de Pentecostés. |
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San Desiderio, Obispo y Mártir
Por reforzar la disciplina eclesiástica (que estaba relajada), combatir la simonía (venta de bienes eclesiásticos) y denunciar la conducta inmoral de la reina Brunilda, ésta lo acusó de paganismo al Papa. Destituído y expulsado, retornó cuatro años después, siendo asesinado por orden del rey Teodorico, a quien también había públicamente censurado. |
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Nuestra Señora Auxiliadora
«Ahora la Virgen quiere que la honremos con el título de María Auxiliadora. Los tiempos corren tan tristes y peligrosos que necesitamos que la Virgen nos auxilie y ayude a conservar y defender la Fe cristiana como en Lepanto, como en Viena, como en Savona y Roma...» (Don Bosco, 1862). |
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San Gregorio VII, Papa y Confesor.
Hildebrando Aldobrandeschi nació en Toscana, en el seno de una familia de modesta extracción social. Uno de los mayores Pontífices de la Santa Iglesia, fue su acérrimo defensor contra las embestidas del poder temporal que quería sobreponerse a la Iglesia. Promovió la reforma del clero, entonces infectado de malas costumbres. Murió en el exilio, perseguido por el Emperador alemán Enrique IV. Por su combatividad en favor de los derechos de la Iglesia, se tornó en ejemplo para todos los Pontífices que lo sucedieron. |
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San Beda, el Venerable, Confesor y Doctor de la Iglesia.
Uno de los hombres más sabios de su tiempo, es considerado el Padre de la historia inglesa. En él la ciencia y la piedad estaban a la par con la simplicidad y el amor de Dios. |
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Santísima Trinidad
El misterio de la Santísima Trinidad consiste en que Dios es uno solo y en Él hay tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. El misterio de la Santísima Trinidad nos ha sido revelado por la Persona, palabras y acciones de Jesucristo. La Trinidad es el misterio más profundo. Jesús nos ha revelado los secretos del Reino de los Cielos. La suprema de sus enseñanzas es el secreto de Dios mismo. Nos ha hablado de la vida de Dios. Nos enseñó que Dios, siendo uno solo, hay en El tres Personas. Nos dijo sus nombres: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Jesucristo se presentó a Sí mismo como el eterno y divino Hijo de Dios. Afirmó que es el Hijo, el Unigénito del Padre, igual al Padre. Jesús reveló la tercera Persona divina, el Espíritu Santo. El Padre y el Hijo, después de la Resurrección, lo enviaron a la Iglesia. Jesús había prometido enviar la tercera Persona, Dios igual que El mismo y el Padre. |
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Santa Mariana de Jesús Paredes y Flores
LLamada la “Azucena de Quito”. Prodigio de penitencia y mortificación. Falleció a los veintiséis años, como víctima expiatoria, al ofrecer la vida para que Dios librase a su ciudad natal de la peste y los terremotos que la devastaban. Mariana de Jesús Paredes y Flores fue beatificada por Pío IX en 1850 y canonizada, 100 años después, por Pío XII. |
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San Felipe Neri, Confesor.
Fundador de la Congregación del Oratorio, que tenía como principal finalidad la renovación de la vida cristiana entre los laicos de Roma. |
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San Agustín de Canterbury, Obispo y Confesor.
Enviado por el Papa San Gregorio Magno, evangelizó a Inglaterra, siendo considerado el Apóstol de aquella nación. |
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San Maximino, Obispo y Confesor
Dejó el país natal atraído por la fama de las virtudes de San Agricio, Obispo de Tréveris, de quien se tornó discípulo. Con la muerte de éste, fue elevado a aquella Sede, donde se notabilizó por la intrépida defensa de la ortodoxia (= verdadera doctrina) y al acoger a San Atanasio, entonces exiliado. |
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Corpus Christi: Santísimo Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor Jesucristo
En el siglo XIII, una admirable mística flamenca, Santa Juliana de Mont Cornillon, religiosa en Lieja, actual Bélgica, tuvo repetidas visiones de una luna brillante en la cual una franja que la dividía en dos permanecía misteriosamente a oscuras. Nuestro Señor le reveló más tarde que la luna simbolizaba el calendario de fiestas de la Iglesia y que la parte a oscuras se debía a la falta de una fiesta específica para honrar su Presencia Real en el Santísimo Sacramento. |
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Santa Juana de Arco, Virgen.
Suscitada por Dios para librar a Francia del yugo inglés, esta virgen guerrera fue después traicionada y quemada como hechicera, bajo las órdenes del Obispo Cauchon. Rehabilitada por Calixto III en 1456, tuvo la heroicidad de virtudes reconocida el 13 de diciembre de 1908, siendo beatificada por San Pío X en 1909 y canonizada por Benedicto XV em 1920. Heroína nacional de Francia, inspiró numerosas obras artísticas y literarias. |
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Visitación de Nuestra Señora
Anteriormente Fiesta de Nuestra Señora Reina. En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!» Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor...(Lucas 1:39-46) La celebración de la fiesta es iniciativa de San Buenaventura, franciscano, en 1263. El Papa Urbano VI (reinó de 1378-1389), la extendió a toda la Iglesia, pidiendo el fin del cisma que sufría la Iglesia. |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino