«La Santísima Virgen tuvo en la tierra más fe que todos los hombres y todos los ángeles juntos. Su fe estuvo sometida a una triple prueba: La prueba de lo invisible, la prueba de lo incomprensible y la prueba de las apariencias contradictorias. Ella superó esa triple prueba del modo más heroico. En efecto vio a su Hijo en el establo de Belén y creyó que era el Creador del Universo. Lo vio huir del Rey Herodes y no dejó de creer que era el Rey de los Reyes. Lo vio nacer en el tiempo y creyó que era Eterno. Lo vio niño y creyó que era Inmenso. Lo vio pobre, necesitado de alimentos y de ropa, y creyó que era Señor del Universo; lo vio débil, llorando sobre el heno y creyó que era Omnipotente. Lo vio, finalmente, maltratado y crucificado, morir sobre el más ignominioso patíbulo, y creyó siempre en su Divinidad. Mientras los otros vacilaban en la fe, Ella permaneció siempre firme, no vaciló jamás» Gabriel María Roschini O.S.M.
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La incomparable Fe de la Virgen María |
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Consagración a María y la Estética del Universo Hay un conjunto de reglas de estética que nos pueden facilitar el conocimiento de la belleza que Dios puso en el universo, como punto de partida para que subamos a la consideración de su belleza increada... |
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Alegría de los Cielos Es el título en castellano del «Hanaq Pachaq kusikuynin», uno de los himnos más antiguos dedicados a la Virgen en América Latina de los que se tienen notación, y maravillosa muestra de la predilección de la Santísima Virgen por el Nuevo Continente... |
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Dolores y alegrías se entrelazaron continuamente en la vida de la Madre de Dios Jesucristo fue llamado por el profeta Isaías de “Varón de Dolores”. La Pasión de Cristo fue el ápice de una secuencia enorme de dolores, que comenzaron desde el primer instante de su Ser y fueron hasta el momento en que exhaló el terrible “Todo está consumado”. La Santísima Virgen refleja en sí todo cuanto es de Nuestro Señor Jesucristo. Así, se puede afirmar que Ella fue la Dama de los Dolores... |
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Nuestra Señora, modelo de confianza Confiar es quedar “cum fiducia”, es permanecer firme en la esperanza. O sea, cuando se acaban las razones meramente naturales para esperar algo, se continúa esperando, debido a una convicción que proviene de la Fe... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino