Verdades Olvidadas Quien no se encoleriza cuando lo exige la razón, peca

Expulsión de los mercaderes del Templo, Tiepolo, c. 1750-53 – Óleo sobre lienzo, Colección Thyssen-Bornemisza

Podemos entender la ira de dos modos. Primero, como un simple movimiento de la voluntad por el que se inflige una pena no por pasión, sino por un juicio de la razón. Tomada así, la falta de ira es ciertamente pecado y este es el sentido que da a la ira san Juan Crisóstomo:

“El que no se irrita teniendo motivo comete pecado, porque la paciencia irracional siembra vicios, alimenta la negligencia e invita al mal, no solo a los malos, sino también a los buenos.

“La ira que tiene causa no es ira, sino juicio, ya que se entiende por ira una conmoción pasional; pero la ira del que se irrita con causa no procede de una pasión. Por eso decimos que juzga, no que se irrita” (Hom. XI in Math.).

Otro modo de considerar la ira es tomarla como un movimiento del apetito sensitivo, que se da con pasión y excitación del cuerpo. Este movimiento, en el hombre, sigue necesariamente a un movimiento de la voluntad, porque el apetito inferior acompaña necesariamente al movimiento del superior, si no lo impide algún obstáculo.

Por eso no puede faltar totalmente el movimiento de la ira en el apetito sensitivo, a no ser por sustracción o debilitamiento del movimiento voluntario. Y, como consecuencia, también es viciosa la falta de pasión, como la falta de movimiento voluntario para castigar según el juicio de la razón.

 

Santo Tomás de Aquino, Summa Theologiae, II, IIae, q. 158, art. 8.

Palabras del Director Nº 278 – Febrero de 2025 Ultrajes a Jesucristo en los días de Carnaval
Ultrajes a Jesucristo en los días de Carnaval
Palabras del Director Nº 278 – Febrero de 2025



Tesoros de la Fe N°278 febrero 2025


Testimonio vivo de las apariciones de Lourdes
“Los guerreros lucharán y Dios les dará la victoria” Palabras del Director Nº 278 – Febrero de 2025 Quien no se encoleriza cuando lo exige la razón, peca Ultrajes a Jesucristo en los días de Carnaval Santa Bernardita: testimonio vivo de las apariciones de Lourdes San Conrado de Piacenza ¿Qué es una blasfemia y cómo reaccionar frente a ella? Paz de alma en el Tabor En la playa



 Artículos relacionados
Principio y fundamento: ¿Para qué ha sido creado el hombre? El hombre ha sido creado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios Nuestro Señor, y mediante esto, salvar su alma. Las otras cosas sobre la faz de la tierra han sido creadas para que le ayuden a conseguir ese fin...

Leer artículo

Meditación sobre la muerte: necesaria y saludable Considera que tierra eres y en tierra te has de convertir. Día llegará en que será necesario ir y pudrirse en una fosa, donde estarás cubierto de gusanos. A todos, nobles o plebeyos, príncipes o vasallos, ha de tocar la misma suerte...

Leer artículo

Verdades olvidadas, en la consideración de la naturaleza Ésta es una verdad muy conocida, pero de la cual habitualmente sólo se hacen aplicaciones parcializadas...

Leer artículo

Plinio Corrêa de Oliveira, cultivó desde su infancia, los más excelentes valores cristianos En estas líneas, intenté dar algunos trazos de cómo Plinio, desde niño, ya respiraba valores contra-revolucionarios. Con los años, él creció ultramontano— como eran llamados en el siglo XIX los católicos antiliberales y fieles al Papado—, monarquista, antimodernista, católico en todas sus manifestaciones. Con la lectura de autores como De Bonald, Donoso Cortés, Veuillot, y de numerosos santos como San Pío X, él explicitó y formuló de modo sistemático sus teorías, su Weltanschauung(visión del universo), aunque todas ellas ya existían en su alma en estado germinal. ¿Cómo esta germinación fue posible en una ciudad moderna, incrustada en el Nuevo Mundo? ¿Por una gracia especialísima de la Santísima Virgen? Ciertamente sí. Pero ello nos lleva a otras consideraciones: si Dios suscitó una personalidad como la del Dr. Plinio, ¿no será esto una primera gracia y un primer paso para un cambio radical en el rumbo de los acontecimientos? ¿No estará próxima la restauración de la civilización cristiana?...

Leer artículo

Segovia: belleza y fuerza que brotan de la fe Segovia se destaca entre las ciudades más bellas y antiguas de España. Célebre por su acueducto romano, su castillo y su catedral, así como por su “cochinillo” (un delicioso plato de lechón asado), está situada al norte de Madrid, cerca de la sierra de Guadarrama, y representa magníficamente la grandeza del país bajo el cetro de los Reyes Católicos y del incomparable Felipe II...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino

×