Ambientes Costumbres Civilizaciones Una de las más bellas miradas

Plinio Corrêa de Oliveira

La fisonomía de santa Teresita del Niño Jesús es extremadamente plácida. No se percibe la menor contracción en su rostro, sin embargo, no es la fisonomía emperifollada de una persona que tiene el hábito de recibir muchos agradados. Es la fisonomía de una persona solitaria, como debe ser una carmelita. Las carmelitas no viven de cumplidos y confites de unas hacia otras. Se tratan bien, pero sin cariños excesivos.

Ella parece contemplar a Nuestro Señor Jesucristo, mientras se aproxima del último sacrificio que hará: la aceptación de la muerte, con la deliberada resolución de llegar hasta el fin de la caminata. Tan tranquila, que parece ocultar su dolor; pero no consigue ocultar el fuego de su alma, que se trasluce.

Hay mucha distinción en el rostro de la santa carmelita y en el conjunto de su cuerpo. Un rostro plácido, tranquilo y sereno. Sus labios finos y rectos llaman la atención. No son labios bonitos, como los de una muñeca, sino un poco retraídos. Indican su sentido muy exacto del análisis y la crítica, pero con gran reserva. Son labios impasibles, no dicen lo que los ojos ven y comentan interiormente.

Una llama del alma crepita. Y en la grandiosa impasibilidad de la vida carmelita, piensa, desea, contempla. Su mirada insondable revela una enorme vitalidad y nobleza. Ojos flameantes, que revelan una pureza total en un rostro impasible. Es una de las más bellas miradas que he visto en mi vida. 

Jardín interior de los Buissonnets, casa familiar de santa Teresita y la familia Martin, en Lisieux

San Serafín de Montegranaro La Virgen del Rosario y Lepanto
La Virgen del Rosario y Lepanto
San Serafín de Montegranaro



Tesoros de la Fe N°262 octubre 2023


El Santo Rosario La gran solución para nuestro tiempo
Octubre de 2023 – Año XXII Los Papas y el Rosario El matrimonio feliz Origen, significado y eficacia del Santo Rosario1 San Serafín de Montegranaro Una de las más bellas miradas La Virgen del Rosario y Lepanto



 Artículos relacionados
Sublime diálogo de almas Recíprocamente, nunca Dios amó tanto a una mera criatura. Y nunca un hijo amó tan plenamente, tan enteramente, tan desbordantemente a su madre...

Leer artículo

San Romualdo Abad Descendiente de la familia ducal de los Onesti, Romualdo nació en Ravena, Italia, probablemente el año 950...

Leer artículo

El hurto por hambre no es lícito El sétimo mandamiento («no robarás») siempre fue motivo de peligrosas diluciones que se apartaban de la recta interpretación, motivo por el cual los Papas tuvieron que intervenir censurándolas, como lo hizo el Beato Inocencio XI con los tres errores que a continuación enuncia y condena...

Leer artículo

Del Juicio Particular - I Dicen comúnmente los teólogos que el juicio particular se verifica en el mismo instante en que el hombre expira, y que en el propio lugar donde el alma se separa del cuerpo es juzgada por nuestro Señor Jesucristo, el cual no delegará su poder, sino que por Sí mismo vendrá a juzgar esta causa...

Leer artículo

¿Por qué castiga Dios juntamente a los buenos y a los malos? ¿Qué han padecido los cristianos en aquella común calamidad (habla aquí el santo de los males sufridos en el saqueo de Roma), que, considerado con imparcialidad, no les haya valido para mayor aprovechamiento suyo?...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino