Oportunas reflexiones del Papa Pío XI “La necedad se esconde en el corazón del niño; la vara de la corrección la hace salir de él” (Prov 22, 15). Es, por tanto, necesario desde la infancia corregir las inclinaciones desordenadas y fomentar las tendencias buenas, y sobre todo hay que iluminar el entendimiento y fortalecer la voluntad con las verdades sobrenaturales y los medios de la gracia, sin los cuales es imposible dominar las propias pasiones y alcanzar la debida perfección educativa de la Iglesia, que fue dotada por Cristo con la doctrina revelada y los sacramentos para que fuese maestra eficaz de todos los hombres. Por esta razón es falso todo naturalismo pedagógico que de cualquier modo excluya o merme la formación sobrenatural cristiana en la instrucción de la juventud; y es erróneo todo método de educación que se funde, total o parcialmente, en la negación o en el olvido del pecado original y de la gracia, y, por consiguiente, sobre las solas fuerzas de la naturaleza humana. […] Peligroso en sumo grado es ese naturalismo que en nuestros días invade el campo educativo en una materia tan delicada como es la moral y la castidad. Está muy difundido actualmente el error de quienes, con una peligrosa pretensión e indecorosa terminología, fomentan la llamada educación sexual, pensando falsamente que podrán inmunizar a los jóvenes contra los peligros de la carne con medios puramente naturales y sin ayuda religiosa alguna; acudiendo para ello a una temeraria, indiscriminada e incluso pública iniciación e instrucción preventiva en materia sexual, y, lo que es peor todavía, exponiéndolos prematuramente a las ocasiones, para acostumbrarlos, como ellos dicen, y para curtir su espíritu contra los peligros de la pubertad. Grave error el de estos hombres, porque no reconocen la nativa fragilidad de la naturaleza humana ni la ley de que habla el Apóstol, contraria a la ley del espíritu (cf. Rom 7, 23), y porque olvidan una gran lección de la experiencia diaria, esto es, que en la juventud, más que en otra edad cualquiera, los pecados contra la castidad son efecto no tanto de la ignorancia intelectual cuanto de la debilidad de una voluntad expuesta a las ocasiones y no sostenida por los medios de la gracia divina.
Pío XI, Encíclica Divini Illius Magistri, Sobre la Educación Cristiana de la Juventud, 31 de diciembre de 1929.
|
![]() Rosa de Santa María La primera flor de santidad de América |
![]() |
La Basílica de San Juan de Letrán y el Arco del Triunfo La primera fotografía presenta la Basílica de San Juan de Letrán, en Roma, en su dignidad y distinción de auténtica y maternal reina... |
![]() |
Campos de Chartres Ocupando el amplio camino que conduce a Chartres, un nutrido rebaño de ovejas regresa al aprisco... |
![]() |
Entrevista al Prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica Recordando algo muy olvidado: la moral católica EL EMMO. CARDENAL Raymond Leo Burke fue recientemente entrevistado por la Srta. Izabella Parowicz, de la revista “Polonia Christiana”, de Cracovia... |
![]() |
Bendita sea tu Pureza Quién no ha oído en más de una ocasión esta tierna plegaria a la Santísima Virgen! ¡Cuántas veces en nuestra vida hemos recurrido a la Madre de Dios por medio de esta simple oración!... |
![]() |
San Miguel del Milagro El estado de Tlaxcala, en México, se encuentra en un amplio valle desde el que se contemplan lejanos volcanes activos. Empinadas colinas se elevan sobre las fértiles tierras de cultivo, donde huertos, maizales y ranchos ganaderos cubren el paisaje... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino