Estimados amigos: Jacinta de Jesús Marto nació en el caserío de Aljustrel, municipio de Vila Nova de Ourém, el 11 de marzo de 1910. Siendo la menor de los siete hijos del matrimonio constituido por Manuel Marto y Olimpia dos Santos, hermana del padre de Lucía. Fue bautizada en la iglesia parroquial de Fátima pocos días después, el 19 de marzo, fiesta de san José. En 1916, junto a su hermano Francisco y a su prima Lucía, asistió a las tres visiones del Ángel de la Paz, que prepararon a los niños para los acontecimientos del año siguiente. Del 13 de mayo al 13 de octubre de 1917, tuvieron lugar en la Cova da Iria las célebres apariciones de Nuestra Señora de Fátima a los tres pastorcitos. Jacinta (7) veía y oía a la Santísima Virgen, a diferencia de Lucía (10) que además le dirigía la palabra, en tanto que Francisco (9) solo la contemplaba. Un año después, hacia fines de octubre de 1918, Jacinta contrajo la temible y mal llamada “gripe española”, que tantas víctimas ocasionó a raíz de la I Guerra Mundial y de la cual nunca llegó a curarse. Al mismo tiempo que ofrecía sus sufrimientos (entre ellos la muerte de su hermano Francisco, el 4 de abril de 1919) por la conversión de los pecadores, tuvo visiones particulares y recibió gracias extraordinarias. Falleció el 20 de febrero de 1920 en Lisboa, en el Hospital de Santa Estefania. Tal como se lo había prometido, la Santísima Virgen vino a buscarla para llevarla al cielo. Jacinta y su hermano Francisco fueron beatificados por el Papa Juan Pablo II el 13 de mayo de 2000, durante su visita al Santuario de Fátima. Ambos fueron canonizados por el Papa Francisco el 13 de mayo de 2017, siendo los primeros niños no mártires en alcanzar la honra de los altares. En homenaje al centenario de su glorioso tránsito ofrecemos el presente número, que espero sea del mayor agrado de nuestros lectores. En Jesús y María, El Director
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Santa Jacinta de Fátima Centenario de su glorioso tránsito |
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Ejemplo simbólico de la lucha contra el aborto «Pedro, ¡si ustedes deben decidir entre mí y la criatura, no duden: escojan a la criatura, yo lo exijo, sálvenla! Yo haré la voluntad de Dios, y Dios providenciará lo necesario para mis hijos». Cuando Gianna Beretta Molla pronunció tales palabras tenía 39 años de edad, era madre de tres niños. ¿Qué fue lo que llevó a esta feliz madre de familia y esposa ejemplar, a no tener pena de sí, sino a buscar lo más perfecto para la gloria de Dios?... |
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El Tirol: tesoro de Europa central Estando en Alemania, de viaje por Baviera, vi a algunos tiroleses. Aún conservo en la retina a un hombre, observado por mí en aquella ocasión, quincuagenario, usando un sombrerito medio verdoso, coronado por una pluma —lo cual indicaba que él estaba dispuesto a emprender alguna actividad atlética en el campo— vistiendo una ropa que nada tenía de deportiva, en el sentido actual del término, aunque era un traje de campo: un chaquetón pesado, de buena calidad, medias de lana gruesas, en fin, tejidos preciosos en cuanto a su duración. Se notaba que aquella vestimenta fue confeccionada para durar muchos años…... |
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Beato Pío IX Escribir sobre un Papa que murió a los 86 años de edad y que durante más de seis lustros estuvo al frente de la Iglesia en una de las épocas más agitadas de su historia, gobernándola con sabiduría en sus múltiples emprendimientos... |
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Todos los Santos La Santa Iglesia instituyó esta fiesta, en la cual se conmemoran a todos los santos juntos, incluso a los que no han sido canonizados, para que podamos invocarlos y pedir su auxilio en las asperezas de esta vida... |
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'No hay gente débil y gente fuerte en lo espiritual, sino gente que no reza y gente que sí sabe rezar' Es sentencia común entre los teólogos que la oración es necesaria a los adultos de necesidad de medio, es decir, que sin la oración es imposible la salvación... |
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