La persecución religiosa constituye la mayor catástrofe del siglo XXI

 La página web Aleteia.org publicó el pasado mes de abril un dossier titulado «Persecución contra los cristianos: de Francia a China, en 67 noticias recientes», mostrando la cruel persecución dirigida contra los católicos en el mundo entero.* Al consultarlo nos encontramos con una terrible realidad: la persecución religiosa ya constituye la mayor catástrofe del siglo XXI. Este artículo presenta informaciones tomadas del referido dossier, las cuales conforman un conjunto alarmante.

Atilio Faoro

 A respecto del odio contra los cristianos en Medio Oriente, Tom Holland, famoso historiador y autor de La Forja del Cristianismo, afirmó recientemente en una rueda de prensa en Londres que: “estamos asistiendo a algo que, en cuanto al horror, recuerda a la Guerra de los Treinta Años europea”.

Ya el parlamentario británico Jim Shannon había declarado que “la noticia más importante del mundo” es la persecución contra los cristianos en todo el planeta. Ninguna religión es tan atacada como la cristiana. De acuerdo con él, el número de cristianos perseguidos por su fe en 2013 fue de 200 millones. Otros 500 millones viven en “situaciones peligrosas”. Es particularmente preo­cupante la situación en Siria, donde los cristianos “están en medio del fuego cruzado del conflicto”.

En 2011, el patriarca católico de Jerusalén, Mons. Fouad Twal, que preside una iglesia repleta de mártires, preguntó francamente en una conferencia en Londres “¿Oye alguien nuestros gritos? ¿Cuántas atrocidades más deberemos soportar para que alguien, en algún lugar, venga en nuestra ayuda?”

 Dos tipos de amenazas a la libertad religiosa

 Para Pedro María Reyes Vizcaíno, en el mundo contemporáneo hay dos tipos de amenazas a la libertad religiosa: “por un lado en varios Estados —sobre todo en Oriente Medio y algunas naciones de Extremo Oriente, como China y Corea del Norte— hay graves prohibiciones contra los creyentes con riesgo de cárcel, torturas e incluso la muerte. Y por otro lado, (en Occidente) el laicismo radical amenaza la libertad religiosa en cada vez más países”.

“Entre los Estados que permiten ataques violentos a la libertad religiosa se debe destacar el caso de Arabia Saudita, considerada la nación más refractaria a esta libertad humana, donde está prohibida cualquier manifestación de fe religiosa distinta de la oficial incluso en privado o en la intimidad del hogar”.

“En los países occidentales (Europa y Estados Unidos) los ataques a la libertad religiosa no son violentos, sino sutiles. En estas naciones se están introduciendo formas de laicismo radical, que propugnan que la religión es un hecho privado que no debe tener manifestaciones públicas. Por ello desde muchas instancias se critica a los líderes religiosos que manifiestan su opinión en asuntos de índole pública”.

“El laicismo radical de los países occidentales pretende reducir la libertad religiosa a la simple libertad de cultos. Las confesiones religiosas serían libres de celebrar sus ritos y cultos y convocar a sus fieles, pero no de tener un cuerpo doctrinal propio al que se puedan adherir sus seguidores”.

Especialmente preocupante es el caso de los Estados Unidos, con el programa Obamacare, cuyo objetivo es lograr que los planes de salud, hospitales, universidades e instituciones —incluso religiosas— faciliten ciertos tratamientos, incluyendo algunos claramente inmorales, condenados por muchas confesiones religiosas, como el aborto y la anticoncepción. El Obamacare ha provocado la reacción de los obispos norteamericanos, quienes han denunciado este ataque a la libertad religiosa.

 Cien mil cristianos mueren anualmente

 Cristianos y leones es el título de un reciente libro de Fernando de Haro, sobre las persecuciones de los cristianos en el mundo entero. La obra analiza la situación en Medio Oriente, África, China, India y Corea del Norte.

Según el autor, Corea del Norte es uno de los países en que la persecución es más cruenta. Se estima que hay 40.000 cristianos presos en los kwanlisos, campos de concentración en los que mueren uno de cada cuatro internos. Enfermedades como la neumonía y la tuberculosis están muy extendidas, pero los prisioneros no tiene tratamiento médico. Se ven obligados a trabajar enfermos y, si no son capaces de hacerlo, son enviados a sanatorios para esperar la muerte. También son frecuentes las torturas, las violaciones y las ejecuciones extrajudiciales.

Para asistir a misa los cristianos tienen que esconderse en “iglesias domésticas”. Corea del Norte es una tierra de terror. Debido al hambre se han detectado muchos casos de canibalismo, como sucedía en Ucrania en la época de Stalin.

De acuerdo con el Pew Forum entre los años 2006 y 2010 los cristianos sufrieron alguna forma de discriminación en 139 países. Y según datos del Center for the Study of Global Christianity (EE.UU.) en las últimas décadas cerca de 100 mil cristianos fueron asesinados cada año, en lo que llama “situación de testimonio”. Lo cual significa que once cristianos son asesinados cada hora, en algún lugar del mundo, por motivos relacionados con su fe.

“En efecto, el mundo está siendo testigo del surgimiento de una generación enteramente nueva de cristianos mártires”, afirma John Allen Jr., periodista del Boston Globe, especializado en la actualidad de la Iglesia católica y autor de un libro sobre persecución religiosa.

“Todo lo que uno tiene que hacer es mirar alrededor”, dice Allen. Por ejemplo “de las 65 iglesias cristianas en Bagdad, 40 han sido atacadas con bombas desde el principio de la invasión de 2003 guiada por Estados Unidos. (…) En la época de la primera Guerra del Golfo en 1991, Iraq tenía una floreciente comunidad cristiana de al menos 1,5 millones de fieles. Hoy, la cifra más estimada del número de cristianos que quedan es de cerca de 500.000, y de forma más realista, muchos creen que podría ser de 150.000”.

 “Por qué el mundo se calla”

 En Occidente existe la tendencia a olvidar que el martirio cristiano no es apenas (ni principalmente) un fenómeno del pasado. Cristianos están siendo torturados y muertos por su fe en este mismo momento. Muchas iglesias y lugares de peregrinación con siglos de historia han sido destruidos por el Estado Islámico. Hay incluso niños entre los mártires victimados por los fanáticos musulmanes.

“Los códigos culturales profundamente enraizados, las creencias religiosas y las fobias estructurales han de modificarse. Los gobiernos deben emplear sus recursos coercitivos para redefinir los dogmas religiosos tradicionales”. Esta sorprendente declaración característicamente dictatorial, fue pronunciada por la aspirante demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, durante una conferencia sobre feminismo en el Lincoln Center de Manhattan, según el diario español «La Gaceta», del 27 de abril de 2015.

Los líderes cristianos de Iraq continúan preguntándose por qué el mundo finge ignorar la situación de las minorías cristianas del país. En el mes de julio de 2014, reunidos en Erbil, ciudad próxima a Mosul, los obispos iraquíes lanzaron un llamado al mundo a fin de romper el silencio sobre la limpieza étnica perpetrada contra los cristianos y otras minorías.

“Tenemos que preguntar al mundo: ¿por qué se callan? ¿Por qué no hablan? ¿Los derechos humanos existen o no? Y si existen, ¿dónde están?”, cuestionó el obispo auxiliar de Bagdad, Mons. Shlemon Warduni, en entrevista a Radio Vaticana. “Hay muchos, muchos casos que deberían despertar la conciencia del mundo. ¿Dónde está Europa? ¿Dónde está América?

A su vez, el patriarca de la Iglesia católica caldea en Iraq, Mons. Louis Raphael I Sako, escribió al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, solicitando una mayor presión sobre el gobierno iraquí y la comunidad internacional, para que refuercen la asistencia a los cristianos y a las minorías perseguidas por los militantes islámicos. “Nuestra comunidad ha soportado una cuota desproporcionada de sufrimiento causada por conflictos sectarios, ataques terroristas, migraciones y, ahora, incluso la limpieza étnica: los militantes quieren acabar con la comunidad cristiana”.

Se especula que más de 1,2 millones de personas tuvieron que huir de sus casas durante el mes de junio de 2014. Los militantes del Estado Islámico que invadieron Mosul impusieron su interpretación de la ley islámica y retiraron las cruces de las treinta iglesias y monasterios de la ciudad.

 Mujeres y niños vendidos como mercancía

 Un documento publicado en noviembre de 2014 por el Estado Islámico —que controla gran parte del territorio de Iraq y de Siria— revela los precios usados por la organización para vender mujeres y niños de origen cristiano o yazidí, raptados por sus miembros. Los jefes del Estado Islámico amenazan de muerte a quienquiera que viole dichos precios. Según tal documento las mujeres entre 10 a 20 años son vendidas por 150 mil dinares (127 dólares), mientras que el precio de los niños de 1 a 9 años es de 200 mil dinares (169 dólares).

“El documento también afirma que nadie está autorizado a comprar más de tres de la lista antes mencionada, a excepción de los turcos, sirios y aquellos provenientes de los Estados del Golfo”. Estos últimos pueden comprar cantidades mayores de “despojos”, es decir, mujeres y niños secuestrados.

 Nigeria: obispo pide intervención internacional

 Mons. Oliver Dashe Doeme, obispo de Maiduguri, capital del estado de Borno —norte de Nigeria—, declaró a la agencia Fides que “Boko Haram ha tratado de entrar en Maiduguri dos veces el fin de semana: la primera vez el viernes 23 y la segunda ayer, domingo 25 de enero”.

Mons. Doeme continuó: “Los combates han sido muy intensos (…). Estamos en un momento muy peligroso y difícil. Corremos el riesgo de ver a Boko Haram conquistar todo el noreste antes del final de las elecciones (presidenciales, ocurridas en febrero de este año), a menos que las tropas extranjeras intervengan”.

El prelado insinuó también “la existencia de algunos ‘saboteadores’ y cómplices dentro del ejército nigeriano, que favorecen el avance de Boko Haram por razones políticas”.

 Pakistán: cristiano asesinado

 La persecución contra los cristianos es común en Pakistán y se lleva a cabo con total impunidad. Zubair Masih joven cristiano de 25 años fue torturado y asesinado por la policía el 7 de marzo de 2015. Siendo totalmente inocente, Zubair fue detenido sólo por ser hijo de Ayesha Bibi, empleada doméstica acusada de haber robado joyas y 2000 rupias del departamento de su patrón, Abdul Jabbar, un rico musulmán.

Tras la acusación, Jabbar y un grupo de policías invadieron la casa de Ayesha, que era viuda, y conducida a la casa de su hermano, Rasad Masih, con quien vivían sus dos hijos. Toda la familia fue entonces detenida y llevada a la comisaría donde fueron brutalmente golpeados, Ayesha terminó con el brazo fracturado. Finalmente fueron puestos en libertad con excepción de Zubair que permaneció detenido. Al día siguiente el cuerpo sin vida del joven fue abandonado frente a la casa de su madre.

El abogado cristiano Sardar Mushtaq Gill, encargado del seguimiento del caso afirmó resignado que “El muchacho asesinado no recibirá justicia. Este es otro caso claro de discriminación contra las minorías religiosas”.

 China: continúa la violenta presión contra los católicos

 En setiembre de 2013, la Comisión de Justicia y Paz de la diócesis de Hong Kong presentó al Consejo de Derechos Humanos de la ONU un documento de siete páginas sobre la situación de la libertad religiosa en el país donde manifiesta su preocupación por las políticas “contra los principios y prácticas de la fe católica”.

Entre las situaciones concretas denunciadas se encuentra la pretensión oficial de que la Iglesia católica en China sea “independiente” de la Santa Sede, que viola los principios de unidad y comunión esenciales para la fe católica. Esta pretensión afecta directamente la ordenación de los obispos, sin embargo, para el Estado se trata de un principio de “autonomía, independencia y autogestión de la Iglesia” cosa que ha sido enérgicamente rechazado en el informe.

Un elemento especialmente preocupante del informe es el dedicado a los métodos con los cuales el Estado impone el cumplimiento de estas disposiciones: “Los católicos son frecuentemente víctimas de malos tratos, secuestros, arrestos domiciliarios y algunos clérigos son obligados a servir a los funcionarios. Estos actos violan seriamente las libertades de religión y de conciencia”, afirma el documento.

Estos abusos se acentúan durante las ordenaciones episcopales ilícitas; cuatro de las cuales tuvieron lugar entre 2010 y 2012.Varios obispos fueron obligados a asistir a dichas ordenaciones, mientras que varios sacerdotes fueron detenidos y sólo liberados una vez realizadas las mismas.

Según la Comisión, desde el 2006, al menos 20 clérigos fueron objetos de ataques físicos para imponer su registro y control por parte de organismos oficiales. En enero de 2011 el P. Zhang Guang-jun fue recluido forzosamente en un hotel, donde fue víctima de las autoridades. “Fue tratado inhumanamente durante su detención, no se le permitió dormir por diez días y sus noches y fue forzado a permanecer de pie durante todo el tiempo”. Tras su liberación, fue detenido de nuevo y golpeado brutalmente. Cuando recuperó su libertad en abril de 2011, las secuelas físicas por los malos tratos recibidos, eran evidentes.

En ese mismo mes, el P. Joseph Chen Hailong fue sometido a la misma tortura durante cuatro días continuos, tras lo cual fue recluido en un cuarto sin ventanas donde vivió en completo aislamiento y malnutrición durante dos meses. Él estuvo a punto de perder la razón y hasta el último momento de su encierro se le negó cualquier tipo de asistencia médica. Fue finalmente liberado en julio de 2011.

La Comisión exigió al gobierno chino el fin de estas violaciones a los derechos humanos y el respeto integral a libertad religiosa de los católicos del país.

Como respuesta a la persecución que sufren del Partido Comunista, los católicos chinos se vuelven cada vez más hacia las enseñanzas que les llevaron hace siglos los entonces valientes sacerdotes jesuitas. Frente a la represión, demuestran la misma fortaleza expuesta por los primeros sacerdotes, rezando el rosario en las iglesias y aceptando el martirio para preservar la fe.

 India: religiosa de 71 años, víctima de estupro colectivo

 La agresión contra una religiosa de 71 años ocurrió el 13 de marzo de 2015 en el estado de Bengala, cerca de la ciudad de Ranaghat, días después de haberse prohibido en el país la exhibición de un documental sobre un caso de estupro colectivo que causó la muerte de una estudiante en Nueva Delhi el 2012.

Los agresores invadieron una escuela anexa al convento y agredieron al guardia, antes de violentar a la religiosa. Durante el asalto, damnificaron una imagen de Cristo y destruyeron varios textos religiosos. Además de dinero, fue robado también un copón conteniendo hostias consagradas. El brutal asalto tuvo lugar después de una serie de ataques en varias iglesias.

Al menos 23 personas en Uttar Pradesh fueron forzadas a volver al hinduismo, dos años después de haber abrazado la religión cristiana. La noticia fue dada por la agencia Asia News el 10 de setiembre de 2014. La ceremonia de “reconversión” ocurrió el 10 de setiembre, en el templo Trilochan Mahadev, en un “programa de regreso a casa” organizado por asociaciones radicales hindúes Sant Ravidas Dharma Raksha Samiti y Sri Gram Devta Pujan Samiti.

El poder judicial local declaró que no quiere oír hablar sobre el asunto por ser una “cuestión de fe”, destaca el IlSussidiario.net. Sin embargo el presidente del Global Council of Indian Christians denunció lo ocurrido como un hecho contrario a la constitución hindú. En 2012, más de 300 personas convertidas al cristianismo fueron obligados a volver al hinduismo; algo similar había ocurrido en 2011 con 350 personas de una misma aldea.

 Siglo XXI: un nuevo “siglo de los mártires”

 Como se ve por los hechos narrados estamos asistiendo a la explosión de una cruel persecución religiosa a escala mundial. Por lo tanto, es necesario que la opinión pública, sobre todo la católica, sea bien informada acerca de la dimensión real de estos sucesos a fin de que despierte y haga algo para frenar este horror sin fronteras que pretende en Occidente, reducir la libertad religiosa a una simple libertad de culto y, en el resto del mundo, exterminarla del todo.

La tendencia general es que estas persecuciones —que incluyen profanaciones y destrucción de iglesias— vayan en aumento, especialmente en países como China, Vietnam y en los territorios controlados por el llamado Estado Islámico. Según un informe de la ONG Portes ouvertes relativo a las persecuciones religiosas en 2014, de los 50 países en los que los cristianos son más perseguidos, 40 son predominantemente musulmanes y entre aquellos diez donde los cristianos sufren mayores violencias, ocho están experimentando un proceso de radicalización islámica: Iraq, Siria, República Centro Africana, Sudán, Pakistán, Egipto y Kenya.

Estas persecuciones traen como consecuencia un éxodo masivo sin precedentes en la historia. Por ejemplo, 40% de la población cristiana de Siria dejó el país: de 1,8 millones que esa nación albergaba antes de la guerra 700 mil se han visto forzados a huir.

Por todo esto podemos concluir: Si ya el siglo XX fue un “siglo de mártires”, sin lugar a dudas este inicio del siglo XXI no solamente continua la misma trayectoria sino que la profundiza aún más ♦

 * http://www.aleteia.org/pt/religiao/artigo/perseguicao-contra-os-cristaos-da-franca-a-china-em-67-noticias-recentes-5861899614814208.