|
Plinio Corrêa de Oliveira
EN LA EDAD MEDIA, los conceptos de caballería y de nobleza en cierto sentido se confundían. Así, no siempre el caballero era noble, pero muchos de ellos participaban de tal condición; no todos los nobles eran caballeros, aunque muchos lo fuesen. ¿Qué característica del caballero medieval lo hizo célebre en la historia? Su trazo distintivo fue la fe. De ahí la valentía que el caballero revelaba en las más terribles luchas, las cruzadas, surgidas para liberar el Santo Sepulcro de Nuestro Señor Jesucristo. Objetivo que tales emprendimientos anhelaban en el Oriente; y, en la península Ibérica, aspiraban a librar del yugo mahometano a las poblaciones española y portuguesa. La gran capacidad de combate de este guerrero era explicable: se trataba de defender la religión, a lo cual se entregaba por entero, arriesgando hasta su propia vida. Tal característica existió en el caballero medieval en armonía con otras notas, aparentemente contradictorias. El caballero era un hombre de fe. Aún así, estaba dotado también de espíritu práctico: edificó grandes fortificaciones, espléndidos castillos y, en algunos casos, imponentes catedrales, llevando más lejos que nadie el arte de construir maravillas. Valiente en la lucha, perfeccionó, poco a poco, las reglas de la buena educación y de la cortesía. Altivo frente a sus iguales, era benevolente en el trato con el sexo débil, los ancianos, los enfermos y los heridos en la guerra. Entonces, por así decirlo, parecía hecho de azúcar. Sin embargo, bastaba que el enemigo osara reivindicar la menor cosa contra los intereses de la Iglesia, que aquel hombre tan dulce se transformaba en un león. Un batallador, que no obstante favoreció enormemente la cultura, revelándose como propulsor de las artes y elevando el tono de vida a un nivel menos rústico del que estaba vigente al comienzo de la Edad Media. De donde se explican los primorosos muebles, los lindos adornos, la gastronomía refinada, los vinos excelentes y las armoniosas campanas aparecidas en aquella época histórica. Fueron estos trazos que el caballero, antes tan rudo, imprimió paulatinamente en la vida de entonces, haciéndola llena de afabilidad y belleza. En suma, colaborando en la implantación de la civilización católica. Éste era el perfil del caballero medieval.
|
La Hermana Lucía |
|
San José de Calasanz ue con sorpresa que los habitantes del palacio del nobilísimo D. Pedro de Urgel, barón de Peralta de la Sal, en la católica España, vieron en 1561 a su hijo de cinco años de edad, corriendo por la casa armado con un puñal, que había tomado de la panoplia paterna, detrás de algo. ¿De qué? Se preguntaron a sí mismos... |
|
La familia, solución para la crisis contemporánea Se puede decir con Francis Godard, autor de La Famille, affaire de générations, que la familia, en su concepción tradicional, es “el lugar de la fundación permanente del relacionamiento humano fundamental en aquello que él deriva directamente del orden divino... |
|
Actos sacrílegos y blasfemos apremian la necesidad de reparación Estupor, indignación y ánimo de reparación. Es lo que siente un católico al tomar conocimiento del sacrílego atentado perpetrado el 18 de abril pasado contra la imagen de la Santísima Virgen del Carmen, que fuera coronada canónicamente en 1926 como Reina y Patrona de Chile, en nombre del Papa Pío XI... |
|
Aspectos nobles y grandiosos de la noche Un modo trivial de considerar las horas del día es de acuerdo con las necesidades de nuestro cuerpo, y así se dice comúnmente que la mañana es la hora en que las personas se levantan y inician su trabajo; el mediodía, aproximadamente la hora en que almorzamos; y en la noche se duerme, se descansa... |
|
La vuelta de la pesca Hundidos hasta el pecho en el agua, una pareja de bueyes arrastra lentamente, con poderosa fuerza, la barca hacia la orilla... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino