Como Dios nos hizo grandes y quiso que dominásemos la creación entera, sigue halagándonos la más vieja de las tentaciones: ser como Dios (Gén. 3, 5). – “Hijita, lleva este encargo a la Sra. Fulana. Mira: ella te querrá regalar unos céntimos. No se los recibas, mi amor”. Así inculca la mamá pudiente a su niñita la idea de independencia y autonomía. Y llevados de ese afán de autosuficiencia, quisiéramos no necesitar de nadie, ni tener que agradecer nada a otros. Ni siquiera a Dios. En este sentido todos estamos contagiados de ateísmo. Desearíamos ser autónomos e independientes incluso frente a Dios. Y nos duele tener que recurrir a Él. Sobre todo, nos molesta que su auxilio y su perdón sean gratuitos. Y no hay más remedio que reconocer nuestra indigencia, nuestra condición de mendigos de Dios. Y aceptar su gracia. Cristo es la vid; nosotros, los sarmientos. Sólo unidos a Él, percibiendo su savia, daremos frutos. Desgajados de Él, nada rendiremos (Jn. 15, 5-6). P. Marino Purroy O.C.D., Utilidades del pecado, PP. Carmelitas, Santiago de Chile, 1983, p. 6-7.
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Resurrexit! Sicut dixit, alleluia |
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2. ¿Las consagraciones anteriores atendieron el pedido de la Virgen? ¿De todas estas consagraciones ya realizadas, alguna ha cumplido con los requisitos de la consagración de Rusia solicitada por la Virgen de Fátima a la hermana Lucía?... |
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¿Es posible el sacerdocio femenino en la Iglesia? La pregunta de nuestra consultante es muy oportuna, porque la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos sobre la Amazonía y el mal llamado “camino sinodal” de la Iglesia alemana han reabierto el debate sobre la posibilidad de tener un ministerio ejercido por mujeres en la Iglesia... |
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¿Un nacimiento contrario a la Biblia? La escena que Tesoros de la Fe presentó en su portada del mes de diciembre no es propiamente de la gruta o establo de Belén, sino de la Adoración de los Reyes Magos, que se produjo algún tiempo después, en una casa en la misma ciudad, donde la Sagrada Familia se había trasladado, conforme se lee en el Evangelio de San Mateo (cf. 2, 11)... |
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El Sol, espejo de Dios Compuesto por una masa de gases en fricción, que generan altísimas temperaturas, no tiene pensamiento, ni conocimiento, ni plan. Arde sin cesar, pero es indiferente a todo y continúa su ciclo... |
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Debemos ascender hasta Dios De la vida individual y social hay que ascender hasta Dios, causa primera y fundamento último, como Creador de la primera sociedad conyugal, fuente de la sociedad familiar, de la sociedad de los pueblos y de las naciones... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino