Como Dios nos hizo grandes y quiso que dominásemos la creación entera, sigue halagándonos la más vieja de las tentaciones: ser como Dios (Gén. 3, 5). – “Hijita, lleva este encargo a la Sra. Fulana. Mira: ella te querrá regalar unos céntimos. No se los recibas, mi amor”. Así inculca la mamá pudiente a su niñita la idea de independencia y autonomía. Y llevados de ese afán de autosuficiencia, quisiéramos no necesitar de nadie, ni tener que agradecer nada a otros. Ni siquiera a Dios. En este sentido todos estamos contagiados de ateísmo. Desearíamos ser autónomos e independientes incluso frente a Dios. Y nos duele tener que recurrir a Él. Sobre todo, nos molesta que su auxilio y su perdón sean gratuitos. Y no hay más remedio que reconocer nuestra indigencia, nuestra condición de mendigos de Dios. Y aceptar su gracia. Cristo es la vid; nosotros, los sarmientos. Sólo unidos a Él, percibiendo su savia, daremos frutos. Desgajados de Él, nada rendiremos (Jn. 15, 5-6). P. Marino Purroy O.C.D., Utilidades del pecado, PP. Carmelitas, Santiago de Chile, 1983, p. 6-7.
|
Resurrexit! Sicut dixit, alleluia |
|
Las apariciones de la Virgen en Tre Fontane El 12 de abril de 1947, y luego tres veces más en el mes de mayo siguiente, la Santísima Virgen se apareció al conductor de tranvías Bruno Cornacchiola en la zona de Tre Fontane, en Roma, cerca del lugar del martirio de san Pablo... |
|
Los santos mártires de Gorcum Después de que Lutero rompió con la Iglesia, su revolución religiosa fue contaminando toda Europa como una erisipela. Surgieron entonces otros “reformadores”, como Calvino, que tuvieron mayor o menor suceso en sus rebeliones... |
|
Plinio Corrêa de Oliveira, un contemplativo Habiendo realizado una obra monumental que le exigió una actividad vastísima, nunca abandonó un modo de ser enteramente orientado hacia la contemplación de las cosas más elevadas, muy por encima de la agitación propia de la vida moderna... |
|
Risas intempestivas de los padres y una moraleja Un destacado escritor francés refiere la siguiente anécdota de un colega: “A la edad de cinco años cometió cierta travesura. Su madre, que estaba pintando, le hizo marchar de su taller, como penitencia, y cerró tras sí la puerta. Detrás de esta empezó el niño a pedir perdón y a prometer que no lo volvería a hacer, empleando los tonos más serios y sinceros... |
|
Las cruces del buen y del mal ladrón Salomón dice que todo lo que ocurre en este mundo es vanidad y aflicción de espíritu. Nadie puede evitar la cruz y los sufrimientos... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino