Jan Verhas, 1884, Real Museo de Bellas Artes de Amberes, Bélgica Felipe Barandiarán Un grupo de señoritas dan un paseo en burro por la playa. Una difusa luz atraviesa las grisáceas nubes que dominan el cielo y se refleja en la arena iluminando la escena. El día se presta muy bien para dar un paseo, aunque sopla como de costumbre un poco de aire, y conviene ir algo abrigados. Fijémonos un poco en los niños que alquilan los burritos y los guían a pie, tirando de las riendas, y en las señoritas que los montan. El aspecto de los primeros es rudo. Pero si nos fijamos en la niña, por ejemplo, sonriente, con su lazo en el sombrero, y la falda larga al vuelo, no podemos negarle cierta delicadeza. Como tampoco ufanía al jovenzuelo que lidera el grupo y nos mira de frente, avanzando con decisión; ni responsabilidad por el trabajo que desempeña con gravedad al de la derecha, de la mirada concentrada en lo que hace y su gorra de chofer en la cabeza. Los mismos animales parecen compartir ese espíritu de servicio con entera satisfacción, orgullosos del trabajo bien hecho. Por su parte, las señoritas, disfrutan tranquilas de estos momentos de distracción sana y relajante, que las preparará para los estudios y labores del invierno. Visten de acuerdo a su posición social: zapatos con hebilla o botitas de caña, medias finas, vestidos con puntillas y alegres adornos de flores, graciosa pañoleta o esclavina sobre los hombros y boina con pompón. Montan de lado, como las señoritas, apoyando sus pies en un gran estribo. Un poco más atrás, un segundo grupo, con un caballero al frente, con sombrero de ala ancha y bigote, probablemente el padre de esta acomodada familia, les sigue llevando enganchados por la brida el resto de los burritos. Las algas y conchas que la marea ha dejado sobre la playa exhalan ese profundo inconfundible olor a mar. Las huellas de bestias y hombres se mezclan y se diluyen sobre la arena mojada. Contrastes armónicos naturales, que se distinguen y se mezclan enriqueciendo al hombre y dando gloria a Dios, su creador.
|
![]() El galeón sumergido Símbolo de la esperanza |
![]() |
El caballero medieval EN LA EDAD MEDIA, los conceptos de caballería y de nobleza en cierto sentido se confundían. Así, no siempre el caballero era noble, pero muchos de ellos participaban de tal condición; no todos los nobles eran caballeros, aunque muchos lo fuesen... |
![]() |
San Juan Eudes Precursor de la devoción a los Sagrados Corazones Fundador de dos congregaciones religiosas y de seis seminarios, fue un gran predicador popular, emprendió más de cien misiones. Dejó escritas innumerables obras ascéticas y místicas... |
![]() |
San León Magno San León I nació en Roma, de padres toscanos, a finales del siglo IV o comienzos del V. En la juventud se distinguió en las letras profanas y en la ciencia sagrada... |
![]() |
Santo Toribio de Mogrovejo Los frailes dominicos que acompañaron a Pizarro en la conquista fueron los primeros religiosos en evangelizar a los habitantes del imperio Incaico... |
![]() |
Un Calvario en Normandía Al rayar el alba, la luz de la mañana baña suavemente los verdes campos de Normandía... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino