Estimados amigos: Los recientes atentados terroristas islamitas en París y en otras ciudades han conmovido al mundo entero en una escalada de hechos que parece no tener fin. Al respecto, el Papa Francisco ha llegado a decir que “Dios llora por la guerra mundial que se vive hoy y que sólo deja muertos por todas partes” (La Nación, 20/11/15). Cuando el Divino Infante vino al mundo, la gran mayoría de la humanidad estaba sumida en las tinieblas del paganismo. Varios siglos pasaron hasta que una auténtica civilización cristiana surgiera y se consolidase. Desde el día de la Natividad hasta la victoria del cristianismo, ¡cuántos padecimientos tuvieron que soportar los seguidores de Cristo! Desprecios, calumnias, crueldades y martirios. Hoy, el neopaganismo se extiende por todos los continentes, no apenas en las naciones ex cristianas, sino aliado al antiguo paganismo de las actuales naciones no cristianas. Pidamos a la Santísima Virgen y a su Divino Hijo que los crímenes y pecados de toda índole que nos rodean no menoscaben en nuestras almas las santas alegrías de la Navidad que se aproxima. Que hoy como en aquella noche bendita en la gruta de Belén, el bien, la verdad y la belleza triunfen resueltamente sobre el mal, la mentira y la fealdad. A tono con las festividades navideñas, les ofrecemos en este número de Tesoros de la Fe dos artículos: un entretenido cuento de nuestro colaborador Valdis Grinsteins y una siempre actual reflexión de Plino Corrêa de Oliveira. A todos nuestros lectores y a sus distinguidas familias les deseo las más dilectas gracias del Niño Jesús en esta Santa Navidad y Año Nuevo. En Jesús, María y José, El Director
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Parad y ved Una invitación a la Navidad perenne |
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Fiesta de gloria y de paz Gloria. ¡Cómo los antiguos comprendían el significado de este vocablo, cuántos valores morales refulgentes y arrebatadores veían en él!... |
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La espiritualidad vigorosa de San Ignacio de Loyola Muchos de nuestros lectores podrían imaginar que de la pluma de San Ignacio haya salido una literatura tan magnífica como su admirable obra, consubstanciada en la Compañía de Jesús — uno de los pilares de la Contra-Reforma Católica... |
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El inmenso sufrimiento de la Santísima Virgen Entre el Hijo y la Madre tenía que haber comunidad perfecta de sufrimiento. Cuando ve una madre padecer a su hijo, ella padece con él y siente de reflejo todo lo que él padece; lo que Jesús padeció en su cuerpo, María lo padeció en su corazón, por los mismos fines y con la misma fe y el mismo amor... |
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Conclusión: “¡Por fin, mi Inmaculado Corazón triunfará!” bien algunos de los castigos anunciados en Fátima ya se han cumplido, otros aún están por venir. Sin embargo, por dolorosa y sombría que sea dicha perspectiva, no debe desanimarnos, ya que también estamos animados por la confianza en la victoria... |
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La maternidad divina de María Algunos predicadores —como san Bernardino de Siena, el padre Monsabré, etc.— exaltando en demasía las glorias del sacerdocio, llegaron a decir que la dignidad del sacerdote es mayor que la de la Santísima Virgen... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino