Palabras del Director Noviembre de 2019 – Año XVIII

Estimados amigos:

En nuestra época, tan impregnada de materialismo y ateísmo, se busca evitar el recuerdo de la muerte, aunque sea la única cosa que con toda seguridad algún día nos ocurrirá. Hasta nos causa cierto temor hablar de ella, y cada vez más se pretende eliminar los aspectos trágicos, desgarradores y tristes de la muerte.

En oposición a esta tendencia, la Santa Iglesia nos recuerda la existencia de una vida eterna después de la muerte. Incentiva a los fieles a meditar en los “novísimos del hombre” —muerte, juicio final, cielo e infierno— y sabiamente nos aconseja: “En todas tus obras, acuérdate de tus novísimos, y jamás pecarás” (Eclo 7, 40).

Como madre, la Iglesia se asocia a nuestras lágrimas, consuela a sus hijos por la pérdida de un ser querido y pide el mayor respeto por los difuntos. Debemos, pues, atender a sus funerales, sepultar dignamente sus restos mortales, visitar y dar el pésame a las familias; rezar, ofrecer sacrificios y asistir a la misa en sufragio de sus almas, para que pronto sean liberadas de las penas del Purgatorio y conducidas al cielo.

Por ocasión del Día de los Difuntos, reproducimos en esta edición unas oportunas consideraciones de Plinio Corrêa de Oliveira sobre el luto —las costumbres tradicionales, las honras fúnebres, las manifestaciones y la concepción cristiana del luto— y cómo esos valores están siendo olvidados y abandonados, debido al concepto materialista de vivir como si nunca fuésemos a morir.

Deseándoles una provechosa lectura, pido a la Sagrada Familia que nos conceda a todos la gracia de una buena muerte. Y pido también que aumente en nosotros la esperanza de la resurrección, conforme lo reafirmamos en el Símbolo de los Apóstoles: “Creo en la resurrección de la carne y en la vida eterna. Amén”.

En Jesús y María,

El Director

El Canto Gregoriano El médico y los dos enfermos
El médico y los dos enfermos
El Canto Gregoriano



Tesoros de la Fe N°215 noviembre 2019


Conmemoración de los Fieles Difuntos(2 de Noviembre) ¡Por la misericordia de Dios, descansen en paz!
El Canto Gregoriano Noviembre de 2019 – Año XVIII El médico y los dos enfermos Por qué no hay paz La actitud católica frente a la muerte y la concepción materialista de la vida San José de Pignatelli y Moncayo El Sol, espejo de Dios



 Artículos relacionados
Abandonar la tradición es cortar sus propias raíces Permitid que un conciudadano vuestro de ayer rinda homenaje a uno de los valores más preciosos de la vida humana y más descuidados en nuestro tiempo: la tradición. Es un patrimonio fecundo, es una herencia a ser conservada...

Leer artículo

El Escorial La fachada del Escorial presenta alguna semejanza con la fachada de Versalles: amplia, enorme, con motivos que se repiten. Pero en la fachada del Escorial hay una nota de simplicidad, de sobriedad y de serenidad que Versalles no tiene...

Leer artículo

La doctrina católica sobre el deporte femenino Lucha constante contra la permisividad de las costumbres...

Leer artículo

Quien no se encoleriza cuando lo exige la razón, peca Podemos entender la ira de dos modos. Primero, como un simple movimiento de la voluntad por el que se inflige una pena no por pasión, sino por un juicio de la razón...

Leer artículo

Espíritu de fe y laicismo en el arte funerario En la primera foto, vemos la tumba de piedra de Philippe Pot, gran senescal de Borgoña (siglo XV)...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino