Feliciana
ENE 9 Feliciana de San Ignacio Mariaca
Terciaria franciscana, natural de La Paz. Un alma más para admirar, que para imitar. Fue rigurosísima en sus penitencias y ayunos. En la oración fúnebre por sus exequias, el padre guardián (superior) del Convento Grande de Jesús, dijo: “Sin culpa, pues, la más leve advertida, ¿por qué razón penitencia tan consumada? ¿Fue por ventura rigor tan repetido, por las muchas ofensas, que le hacen a Dios en el mundo? Bien puede ser: que una vez, viniendo de la iglesia, se llegó a su hermana muy asustada, pidiéndole licencia para encerrarse por ocho días a pedir por Lima. Grave sería la causa: y qué sabemos, si se libró la ciudad de alguna amagada ruina, por la penitencia y ruegos de nuestra Feliciana. Oh alma bendita y pura, que hoy conoces con más claridad en el cielo (como de tu Esposo lo confío) cuánto más necesita Lima de tu ruego y socorro, subsistiendo en ella el mismo motivo de tanto y tan repetido pecado: o interponte con Dios, para que no se le permitan los insultos, o alcanza que se le moderen los castigos.




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